El Bayer Leverkusen de Xabi Alonso conquistó este sábado el doblete al ganar la Copa de Alemania con una victoria en la final ante el Kaiserslautern, de la segunda Bundesliga, por 1-0 en un partido que resultó más igualado de lo esperado.
Un gran gol de Granit Xhaka decidió el partido, en el que el campeón de la Bundesliga tuvo que jugar toda la segunda parte en inferioridad numérica por expulsión de Kossounu. La tarjeta roja obligó al Leverkusen a replantear el partido y a jugar por momentos bastante replegado buscando situaciones de contragolpe.
¿Cómo ganó la Copa de Alemania el Leverkusen?
El Kaiserslautern, decimotercero en la segunda Bundesliga, comenzó el duelo tratando de equilibrar las diferencias a punta de intensidad y dispuso de una buena situación de gol con un remate desde lejos de Hanslik que tuvo que despejar el meta Lukas Hradecky.
Pero muy pronto la máquina del Leverkusen empezó a funcionar. En el minuto 11 Jeremy se coló en el área en una buena jugada que, sin embargo, terminó con un remate inofensivo. En el 13, Florian Wirtz dispuso de una buena ocasión con un remate que paró el portero Krahl.
La presión del Leverkusen aumentaba y los despejes de la defensa del Kaiserslautern solían convertirse en rebotes que recogían los jugadores de Xabi Alonso. Así llegó el gol de Xhaka, tras un avance de Wirtz cortado en una última instancia cuando buscaba el camino del área.
Xhaka vio venir la pelota y firmó un disparo espectacular que se coló cerca de una escuadra. La situación no parecía prometedora para el Kaiserslautern y su apuesta fue replegarse para evitar lo peor.
El partido se empantanó. El Leverkusen tenía la pelota, pero no generaba llegadas y de pronto, en el minuto 44, se vio en inferioridad numérica por la expulsión de Kossonou por doble amarilla.
En la agonía del primer tiempo, el Leverkusen optó por dejarle la pelota al Kaiserslautern, que tuvo una buena ocasión con un remate desviado de Raschl en el 45.
Para la segunda parte Xabi Alonso recompuso el equipo ante la su inferioridad numérica. Josip Stasinic entró por Jonas Hofmann para reforzar la defensa y arriba Amine Adli sustituyó a Patrick Schick.
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La pausa pareció sentarle bien al Leverkusen, que recuperó el control y tuvo dos buenas llegadas consecutivas en el minuto 55 precisamente protagonizadas por los dos jugadores que entraron tras el descanso.
Primero, con un disparo desde fuera del área de Adli que Krahl desvió a córner, que dio lugar a un remate ligeramente desviado de Stasinic.
En el minuto 62, el empate estuvo cerca con un remate de Ache desde lejos que tuvo que manotear Hradecky.
Pese a las dos ocasiones del comienzo, la intención del Leverkusen parecía ser evitar riesgos, mantener el orden en defensa y no cometer pérdidas de pelota. También hubo fases en la que le dejó el balón al Kaiserslautern y buscó ocasiones de contragolpe.
Esa táctica estuvo a punto de darle resultado en el minuto 75, cuando Frimpong, tras un pase de Grimaldo, se coló al área, pero no pudo rematar porque tenía un ángulo muy cerrado y no encontró destinatario para un centro que terminó siendo cortado por la defensa del Kaiserslautern.
MPP