El Betis, con un gol de Borja Iglesias en la primera mitad, ganó por 1-0 a un Athletic luchador, pero sin remate, lo que consolida a los sevillanos en unos puestos europeos de los que se alejan los bilbaínos tras un partido en el que el equipo bético jugó el último cuarto de hora con diez por expulsión de Nabil Fekir.
Tras un primer tiempo en el que los del chileno Manuel Pellegrini fueron superiores y aprovecharon una de sus varias ocasiones para adelantarse, el Athletic buscó sin éxito la reacción en el segundo, a pesar de que jugó desde el minuto 80 con uno más por la frivolidad de Fekir, que vio la roja directa por agredir a Muniain tras sufrir el francés una falta.
En un duelo vital por la zona europea entre equipos separados por sólo 6 puntos, al Betis no le quedaba otra que reaccionar tras su atasco ofensivo y cansancio mental de las últimas jornadas, cayendo desde la tercera hasta la quinta plaza, ante un Athletic obligado a ganar tras caer en su semifinal de Copa y para alimentar su sueño de meterse en Europa.
El chileno Manuel Pellegrini introdujo cinco cambios en el once respecto al de la derrota en Liga Europa ante el Eintracht Fráncfort (1-2), con la vuelta del meta portugués Rui Silva, Bartra, Miranda, el marfileño Paul y Borja Iglesias por el chileno Claudio Bravo -titular en los cinco últimos choques-, Édgar, Ruibal, el luso William Carvalho y el brasileño Willian José.
Su homólogo en los 'Leones', Marcelino García Toral, con las bajas por lesión de los defensas Íñigo Martínez y Ander Capa, y del medio Dani García, sólo presentó la novedad del central Dani Vivian por el primero de ellos en relación con el ganó al Levante (3-1).
El choque comenzó con ritmo y competido entre un conjunto bético que quiso tener el balón y llevar la iniciativa frente al cuadro rojiblanco, más físico y con un fútbol más directo. Aún así, a los bilbaínos, pese a que llegaban a las cercanías de Rui Silva, luego les costó hallar buenas opciones para crear peligro de verdad.
El Betis, en cambio, sí se mostró más incisivo y se acercó con criterio al área vizcaína mediante sus subidas por las alas y las conexiones de sus jugadores de más calidad como Sergio Canales y el francés Nabil Fekir, siempre buscando al ariete Borja Iglesias, muy activo y una pesadilla, en muchas fases, para la zaga del Athletic.
Sí tuvo más claridad de ideas el Betis, sin duda. Así, tras avisar en el primer cuarto de hora con un tiro cruzado de Borja Iglesias y un remate de Juanmi, solo en el centro del área tras un pase atrás del gallego, que paró, atento, Unai Simón,
El empuje bético cristalizó a los 20 minutos, cuando Borja Iglesias aprovechó un gran centro de Juan Miranda desde la izquierda, tras una jugada con Fekir, para batir con un ajustado cabezazo a Unai Simón.
Con el 1-0, el decimoquinto gol del gallego en este curso entre todas las competiciones y el octavo en Liga, el Betis recogió el premio a su mayor profundidad y mejor juego.
Mientras, los bilbaínos quisieron responder al verse en desventaja, pero lo intentaron con más voluntad que acierto, sin precisión alguna, como en un cabezazo ligeramente desviado de su hombre más peligroso, Iñaki Williams, al filo de la media hora.
Tras el descanso, el guión apenas varió, aunque las urgencias apretaron al Athletic. Marcelino dio entrada cerca de la hora de juego a Balenziaga por Yuri -que, con una amarilla, estaba en riesgo al moverse Fekir por su zona- y a Nico Williams por su hermano Iñaki, pero el Betis conservó bien su renta y armó ataques esporádicos, como en un nuevo cabezazo de Borja Iglesias.
El equipo vasco, al que refrescó en su medio campo Oier Zárraba al sustituir a Mikel Vesga, dio un paso adelante, pero le faltó más convicción y quizás más atacantes o rematadores, con lo que causó algo de sorpresa que Marcelino cambiara a Iñaki Williams.
Los bilbaínos apretaron, eso sí, e Iker Muniain sacó su talento poco antes del ecuador de esta segunda mitad en una excepcional jugada personal dentro del área, en la que dribló a un contrario y disparó casi sin ángulo, aunque Rui Silva, providencial, despejó.
El duelo se fue calentando y, sobre todo, se tornó muy áspero a raíz de una acción del talentoso Fekir, al que le pudo su visceralidad al agredir a Muniain con una patada después de que De Marcos lo parara en falta y el navarro le recriminara algo, con lo que vio la roja y dejó a su equipo con diez a los 80 minutos.
Entonces, el Athletic tocó a rebato, siempre a golpes de corazón y sin claridad en ataque. Su gran rémora, además, en el Villamarín fue su falta de remate y, aunque luchó hasta el final, apenas creó peligro a un Betis que se defendió a la perfección en inferioridad y que, con su triunfo, cortó una racha de dos derrotas seguidas en Liga.
AM