La parada de Agudelo en el lanzamiento decisivo de la tanda de penaltis otorgó este miércoles a Colombia el pase a la final del Mundial sub-17 de fútbol femenino de la FIFA, que se disputa en la India, tras un empate sin goles ante Nigeria, en una semifinal en la que dispuso de las mejores ocasiones de gol.
La nigeriana Edafe había tenido minutos antes en sus botas la oportunidad de clasificar a Nigeria a la final, pero mandó al palo el quinto penalti, y su selección se desmoronó. Reseñable la imagen de todas las jugadoras africanas desoladas sobre el suelo, sin que ninguna de ellas quisiera tomar la responsabilidad del siguiente lanzamiento.
Tras estirarse la tanda hasta los siete penaltis por cada equipo, fue Agudelo quien dio por cerrada la semifinal con una gran estirada a golpeo de Folorunsho.
Antes del desenlace, la selección colombiana tardó en entrar al encuentro, pero tras un inicio escaso de brillo y plagado de nervios por parte de ambos combinados, las ocasiones comenzaron a sucederse en el área nigeriana, sin encontrar ninguna de ellas la fortuna del gol.
La más peligrosa llegó a la media hora de partido, cuando un lanzamiento lejano de falta de Espitaleta fue desviado al larguero por la guardameta nigeriana antes de que entrase en su portería por la escuadra.
Espoleadas por el dominio mostrado en la primera mitad, Colombia dispuso rápidamente a la salida de los vestuarios de un mano a mano para poner un pie en la final, pero Muñoz no logró transformar en gol el balón que había robado metros antes a una zaguera nigeriana.
No tardó Nigeria en replicar con la que sería su primera y única ocasión en el encuentro. Una falta colgada al área desde su propio campo acabó en los pies de Ajakaye, pero Agudelo estuvo ágil para detener su disparo centrado. Colombia quedaba advertida.
Quizás fue ese susto el que hacía falta para que la máxima goleadora del torneo con cuatro goles, Caicedo, apareciese finalmente en el encuentro con dos fantásticas ocasiones en los minutos finales, pero de nuevo Omilana volvió a erigirse como la salvadora de su equipo bajo el arco, desviando ambos remates.
Esa prodigiosa actuación no hizo sin embargo que su entrenador confiase en ella para la tanda de penaltis, y tal y como sucedió en los cuartos de final contra Estados Unidos, la portera suplente, Jiwuaku, entró en el tiempo añadido para enfrentarse a las lanzadoras colombianas. Sin éxito esta vez.
El rival de Colombia en el partido decisivo saldrá del ganador en unas horas de la semifinal que disputan Alemania y España, dos de las favoritas a hacerse con el torneo desde su inauguración. De hecho, la selección española ya venció a Colombia en el primer partido de la fase grupos por 1-0.
MN