Las selecciones de Corea del Sur y Colombia empataron hoy a 2 goles en un amistoso disputado en Ulsan en el que cada equipo dominó 45 minutos y en la que los hombres de Lorenzo mostraron su capacidad de respuesta tras ir dos goles por debajo.
Como era de esperar, los coreanos saltaron al campo ejerciendo mayor presión y dando la sensación de que son un conjunto cohesionado, cuyo plantel es prácticamente el mismo que jugó en Qatar.
Los dos equipos se estaban apenas midiendo cuando una entrega comprometida de Vargas a Mojica llevó al lateral del Vilarreal a tomar una mala decisión y a tratar de devolver la pelota hacia el centro de la cancha, con la mala suerte de que el rechace le cayó a Son Heung-min, que tuvo todo el tiempo del mundo para enviar cómodamente la pelota a la red con la puerta desguarnecida.
Colombia mejoró algo con el gol y Santos Borré logró conectar un peligroso cabezazo que se fue alto y que acabó con el lateral izquierdo Kim Jin-su lesionado.
Pero los de Néstor Lorenzo siguieron exhibiendo problemas para sacar la pelota desde campo propio cuando los asiáticos surcoreanos adelantaban la presión.
La personalidad y la garra a la hora de hacer las transiciones con cada robo de balón hizo que el conjunto surcoreano diera más sensación de peligro, y a la tercera falta al borde del área Son Heung-min no perdonó y colocó de nuevo la pelota en el fondo de la portería.
Pero la Colombia que salió después del descanso fue otra, sobre todo después de que en el minuto 2 de la reanudación Valoyes se rehiciera estupendamente en el costado derecho del área tras recibir y trastabillarse y mandara un pase al corazón del área surcoreana que James, con paciencia y la elegancia, convirtió en gol conectando con su preciada zurda.
El tanto espoleó a los cafeteros, tal y como mostró la estupenda carrera, apenas tres minutos después y de nuevo por el costado derecho, de Muñoz que acabó con otro impecable envío por bajo que remató Carrascal para hacer el empate.
Colombia siguió haciendo de la banda derecha su mejor activo para hacer peligro y varias embestidas por ese costado asustaron, e incluso un córner botado desde ese lado acabó en otro cabezazo de Santos Borré que golpeó el larguero.
Los surcoreanos, que gustan de encarar los encuentros con una energía muy juvenil, mostrando su excitación con cada balón robado, con cada lance favorable, notaron la falta de gasolina en el depósito en el segundo tramo y solo en los suspiros finales, con la entrada de Lee Kang-in, pudieron hacer verdadero daño.
De hecho, Muñoz logró sacar bajo palos un disparo de Oh Hyeon-gyu en el minuto 87.
Lozano trató de dar más munición al ataque colombiano con la entrada de Dylan Borrero y Falcao García en los últimos diez minutos, y aunque el marcador ya no se movió la selección cafetera, con mucha más claridad a la hora de sacar la pelota jugada desde terreno propio en la segunda parte, acabó por dejar mejor sabor de boca de lo esperado.
MN