El Bayern recuperó este domingo el liderado de la Bundesliga -que había perdido provisionalmente ante el Union Berlín- al derrotar al Wolfsburgo por 2-4 en un partido que tuvo fases distintas.
El Bayern pareció poner pronto tierra de por medio gracias ante todo a una eficacia despiadada frente a la portería contraria. Pasados veinte minutos de juego los bávaros estaban por delante 0-3 en el marcador con sus tres primeros disparos a puerta.
Kingsley Coman abrió el marcador en el minuto 9 cuando lanzó un centro desde la banda izquierda al segundo poste que buscaba a Thomas Müller. Müller no la tocó pero el balón rebotó en el pisto y se fue al fondo de la red.
En el 14 el propio Coman hizo el segundo con una volea dentro del área a centro de Joan Cancelo desde la derecha. Y en el 19, de cabeza, Müller marcó el tercero aprovechando una falta lanzada desde la izquierda por Joshua Müller.
Lo abultado del marcador no reflejaba del todo lo que se había visto en el campo. El Wolfburgo había tenido un comienzo valiente y agresivo, recurriendo a la presión alta para tratar de poner el partido en la mitad del Bayern.
El Wolfsburgo había tenido buenas situaciones de área. En el minuto 12 Paulo Otavio tuvo una ocasión de empatar cuando el partido estaba 0-1, pero remató desviado un centro de Wimmer.
Pero todo avance del Bayern era letal y cada vez que lograba superar la primera línea de presión del Wolfburgo sonaban las alarmas.
Pasada media hora el entrenador del Wolfsburgo hizo una modificación sustituyendo a Lacroix, que salió enfurecido del campo, por Kaminski y cambiando la defensa de tres hombres por una línea de cuatro.
Sin embargo, el principio parecía seguir siendo el mismo. Procurar recuperar la pelota cerca del área del Bayern y tratar de evitar que Kimmich organizase el juego bávaro desde atrás.
El descuento llegó en el minuto 44, por medio de Kaminski tras una pared con Paulo Otavio.
El Wolfsburgo no se había amedrentado tras el 0-3 temprano y el gol antes del descanso aumentaba su posibilidad de volverse a meter en el partido.
En el minuto 52 Svanberg tuvo una gran oportunidad de acercar más al Wolfsburgo.
Apenas un minuto después, el Bayern se quedó con diez hombres, por expulsión de Kimmich por doble amarilla.
La inferioridad numérica cambió el planteamiento del partido. El Bayern se replegó, le dejó la pelota al Wolfsburgo e intentaba ocasionales contragolpes.
En el minuto 61 el Wofsburgo estuvo cerca del 2-3 cuando Ridle Baku cabeceó desde buena posición, pero a los brazos del meta Yann Sommer.
Mucho apuntaba a una batalla defensiva para el Bayern en lo que quedaba del partido y los cambios realizados por el entrenador Julian Nagelsmann apuntaban a que él mismo había lo había asumido.
Nagelsmann sacrificó un hombre ofensivo, Leroy Sané, para reforzar la defensa con Josip Stasinic y sacó del campo a Thomas Müller para darle paso a Mahtys Tel, un hombre más rápido pensando en posibilidades de contragolpe.
Sin embargo, no fue un contragolpe sino una gran jugada individual de Jamal Musiala la que alivió la situación con el 1-4.
Musiala tomó la pelota pegado a la banda izquierda, vio una diagonal abierta y se coló por ahí, hasta llegar al área y marcar el cuarto en el minuto 73.
El Wolfburgo volvió, con el 2-4 marcado por Svanberg con un fuerte remate dentro del área en el 81 con lo que fase final recuperó tensión.
En el minuto 84 el Wolfsburgo marcó un gol más, por intermedio de Gerhardt, pero fue anulado por falta previa de Baku sobre Leon Goretzka, en decisión protestada por los jugadores del Wolfsburgo.
MN