La ex futbolista Mana Shim, una de las primeras en denunciar abusos y trato vejatorio hacia las jugadoras en la liga femenina estadounidense (NWSL), fue elegida este lunes como líder del nuevo grupo de trabajo anti abusos de la Federación de Fútbol de Estados Unidos (USSF).
Shim, de 31 años, tomará las riendas de un grupo de trabajo creado con el objetivo de proteger a las jugadoras y garantizar un ambiente laboral sano, después de que un reciente informe evidenciara un caso de "abusos sistemáticos a todos los niveles" hacia las futbolistas.
La ex jugadora, que denunció en 2021 haber sufrido abusos y tratos vejatorios por parte de su entonces entrenador en las Portland Thorns Paul Riley, aseguró que aceptó esta posición porque "hay mucho por hacer para cambiar la cultura en el fútbol" de Estados Unidos.
"Amo este deporte y creo que tenemos una oportunidad para proteger a las jugadoras y crear nuevos estándares para todos los deportes. No tenemos tiempo que perder", agregó.
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LA INVESTIGACIÓN DE LA USSF
La investigación independiente encargada por la USSF y realizada por el bufete de abogados King & Spalding plantea un panorama en el que el abuso verbal y emocional hacia las futbolistas y los comportamientos sexuales inapropiados exceden los límites de un entrenamiento "duro" y son habituales desde las categorías inferiores hasta las superiores.
En las cerca de 200 entrevistas a jugadoras retiradas y en activo, entrenadores, propietarios de clubes o personal de plantilla se pusieron en evidencia tácticas manipuladoras que eran cuestión más de abuso de poder que de mejora del juego y un preocupante patrón de comentarios de contenido sexual, tocamientos indeseados o relaciones sexuales coercitivas.
Los equipos, la Liga y la Federación "no solo fracasaron sistemáticamente a la hora de responder de forma adecuada cuando fueron confrontados con denuncias de las jugadoras y muestras de abuso, sino también a la hora de instaurar medidas para prevenirlo y afrontarlo", recalca ese documento de 36 páginas.
El documento se centra en tres técnicos -Paul Riley, Rory Dames y Christy Holly- para ilustrar la gravedad del fenómeno, pero recuerda que la pasada temporada la mitad de los diez equipos de la Liga se separaron de sus entrenadores tras denuncias de las jugadoras.
De Dames, por ejemplo, sus jugadoras en el juvenil Chicago Eclipse Select recuerdan que las llamaba "putas", "retrasadas" o "culo gordo" y que "en múltiples ocasiones cruzó la línea de las relaciones sexuales".
Rja