En su etapa como futbolista del Guadalajara, Jair Pereira aprendió a la perfección lo que representa defender la camiseta rojiblanca. Sin embargo, en reiteradas ocasiones la lección llegó por las malas al sufrir un mal resultado en un clásico nacional, lo que en sus propias palabras es algo que puede llegar a definir la trayectoria y el legado que se deja en el club ante los ojos de la afición.
“Nosotros como jugadores de verdad no dormimos cuando perdemos, te da hasta vergüenza salir a la calle, es una presión, únicamente se puede vivir cuando te pones bien la camiseta, son escenarios o muy amargos o muy felices” explicó.
La presión mediática del superclásico es puesta principalmente por los aficionados de ambos equipos, quienes nunca están dispuestos a aceptar una derrota debido a la enorme relevancia que los buenos resultados ante su máximo rival adquieren en su memoria.
“Este tipo de partidos te suman mucha importancia en tu carrera dentro de la institución, la gente se acuerda mucho de los clásicos por todo lo que representan, son dos equipos grandes que tienen gran afición” expresó Pereira.
Aprovechando un foro de leyendas previo al clásico nacional del 16 de septiembre, Pereira recordó una pelea que tuvo con Oribe Peralta al intentar levantarlo jalando su camiseta durante los cuartos de final del Apertura 2016, cuando los dirigidos por Almeyda cayeron eliminados por segunda vez consecutiva ante su máximo rival.
“Realmente fue una falta normal y Oribe se quedó tirado en la cancha, mi molestia fue que él quería hacer tiempo y lo que hice fue alzarlo de la playera porque la verdad estaban muy calientes esos juegos, había sido un partido muy tenso y cuando ví que quería hacer tiempo esa fue mi primera reacción” comentó.
De hecho, Jair asegura que su rivalidad con Peralta era algo constante cada vez que Chivas se veía las caras con América, y que tenía todos los elementos propios de un duelo entre delantero y defensor que buscan el triunfo por cualquier medio.
“Siempre me tocaba con ‘el horrible‘ darnos de todo. No había VAR tampoco y realmente si había entradas fuertes donde después de cada balón venía el empujón, pisotón, manotazo, se vivió de todo. Son partidos de mucha pasión que así quieres jugar, sin respeto en esa cuestión, sabiendo que tienes que salir a ganar” finalizó.
Ahora las Águilas buscan revancha por la eliminación en semifinales del torneo pasado frente a sus máximos adversarios, mientras que Chivas sueña con recomponer el paso para mantener su buen lugar en el Apertura 2023.
Rja