El brasileño Marcelo se despidió entre lágrimas tras 16 años en el Real Madrid, con un discurso repleto de emoción junto a los 25 títulos que le convirtieron en el jugador más laureado de la historia del club, ante su familia, el presidente Florentino Pérez, el técnico Carlo Ancelotti y compañeros como Dani Carvajal y Marco Asensio, ante los que confesó sentirse "afortunado" por haber hecho "historia".
Tras ver un vídeo con todos sus logros, jugadas y goles inolvidables, momentos para el recuerdo eterno del madridismo, y escuchar los elogios del presidente Florentino Pérez, a Marcelo le costó contener la emoción desde su primera palabra. Con traje y camiseta negra, agradecido por una despedida inolvidable junto a los trofeos conquistados.
"Quería agradecer al club, a los compañeros que he tenido (rompe a llorar), la suerte de jugar durante todos estos años, a los entrenadores, a los utilleros que para mí son como familia, la gente que trabaja en la residencia, los miembros de seguridad, los que trabajan por detrás y hacen el trabajo sucio. Nosotros solo nos dedicamos a jugar al fútbol y para que lo hagamos bien, hay un trabajo por detrás que aprendí en el Real Madrid", dijo como reconocimiento a los trabajadores del club.
"Quiero agradecer al mejor club del mundo por poder disfrutar de esto. Estamos haciendo lo que nos gusta y lo tenemos todo para disfrutar. He despertado todos los días de mi vida con la alegría de estar en el mejor club del mundo hacer historia y que mis hijos vean que fui capaz de jugar en el mejor sitio posible", añadió.
Un momento especial se vivió cuando Marcelo hizo referencia a su mujer, Clarice Alves, sentada en la primera fila con sus dos hijos. "Quiero agradecer a mi mujer, que está a mi lado desde que he empezado la vida de futbolista y me ha dado dos hijos maravillosos, más el zoológico que tengo en casa", bromeó.
"Hemos formado una familia juntos y si soy lo que soy y hoy tengo la fuerza que tengo, seguramente es por ti, Clarice. Cuando salí de Brasil tenía en mente jugar en un equipo grande de Europa, llegué con 18 a una aventura maravillosa, pensaba que podía llegar alto y salgo de aquí siendo el jugador que ha ganado más títulos en la historia del mejor club del mundo", añadió.
Pidió Marcelo que fuese un día bonito pese a las emociones, orgulloso de la imagen que deja en el madridismo. "No es un día triste, es de alegría. Lloramos por las emociones y la memoria. Salgo con la cabeza alta, mi familia está muy orgullosa de mí. Soy un afortunado, todo lo he conseguido con trabajo, con talento y he tenido la suerte de tener a mi gente al lado. Miro los títulos y veo que he hecho lo que tenía que hacer".
Además, Marcelo siente que una parte de él se queda en el Real Madrid gracias a su hijo Enzo, una de las jóvenes perlas de la cantera. "El futuro del Real Madrid está muy fuerte, podemos estar tranquilos porque es muy prometedor como siempre, incluyo a mi hijo que está en la cantera".
"He llegado siendo un niño y me voy siendo un hombre con mucha alegría", sentenció antes de ser galardonado con la insignia de oro y brillantes del Real Madrid y posar con todos los títulos conseguidos.
SARB