El Borussia Dortmund, rival del Real Madrid en la final de la Liga de Campeones, goleó este sábado al colista Darmstadt en la última jornada de la Bundesliga y en un partido que no tenía más que valor emotivo debido que era el último partido en casa de Marco Reus.
El Dortmund empezó con una alineación que puede ser la que use de inicio ante el Real Madrid, con la posible variante de la entrada de Julian Brandt en lugar de Reus.
Pero este sábado era la despedida de Reus del Signal Iduna Park y el entrenador Edin Terzic sabía que lo tenía que poner de inicio y darle el brazalete de capitán.
En el minuto 11, Reus mostró que quería una despedida a lo grande al estrellar un remate contra el larguero.
En el 29 le tocó en corto el balón a Ian Maatsen para que el holandés marcara con un remate desde fuera del área. Y en el 38 marcó el segundo con un tiro libre por encima de la barrera.
Colocado en los linderos del área, el atacante alemán de 34 años, tomó su distancia y tiempo, respiró y sacó un disparo que superó los más de 3 hombres que puso como muro el guardameta Marcel Schuhen para mandar al fondo de la red lo que sería su última anotación con el Borussia Dortmund.
Ya en la segunda parte, en el minuto 72, Julian Brandt, que había entrado por Niclas Füllkrug, sentenció el encuentro con un remate de zurda dentro del área a pase de Jadon Sancho.
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Reus dejó el campo al salir de cambio en la parte complementaria del duelo, en medio de los aplausos de los 81.000 espectadores y a través de un pasillo que le hicieron sus compañeros.
Marco le entregó el brazalete el primer capitán Emre Can y con ello dijó adios al Signal Iduna Park.
Ya con el dorsal 11 fuera del campo, Donyell Malen, que había entrado por Karim Adeyemi, marcó el cuarto gol del partido para completar la goleada en la última jornada de la Bundesliga, en donde el campeón resultó ser hace unas semanas por parte del Bayer Leverkusen, quienes hoy recibieron su título.
Del partido se pueden sacar pocas conclusiones. Para el Dortmund se trata sólo de una victoria ante un rival que ya estaba condenado al descenso y que acaso sirve psicológicamente de cara a la final de la Liga de Campeones.
MPP