Mario Balotelli, convocado este lunes por el seleccionador italiano Roberto Mancini para trabajar esta semana en el centro del técnico de Coverciano (Florencia), contará con una nueva oportunidad para ser protagonista con la camiseta "azzurra", a la que regresa tres años y medio después de la última vez.
Considerado uno de los talentos más brillantes del fútbol italiano, estrella de la cantera del Inter y campeón de todo en 2010 en el equipo entonces entrenado por José Mourinho.
MANCINI SIEMPRE CONFIÓ EN ÉL
Mancini, el entrenador que le hizo debutar a los 17 años en 2008 en el Inter, ya había apostado por él al comienzo de su etapa al frente de la selección, aunque "Súper Mario" desperdició esta ocasión al llegar completamente fuera de forma, por lo que su última aparición con la camiseta "azzurra" se remonta al septiembre de 2018.
A partir de entonces, Italia tuvo un crecimiento vertical que culminó con el triunfo en la Eurocopa del pasado julio, pero la máquina de Mancini se atascó en los meses siguientes, hasta llegar a poner en serio peligro la participación en el Mundial de Catar.
Los "azzurri" acabaron segundos en la fase de grupos, al perder los choques directos con Suiza por dos penaltis fallados por Jorge Frello "Jorginho", y se jugarán el billete para la Copa del Mundo en una durísima repesca, que prevé una semifinal con Macedonia del Norte y en el horizonte una posible final con Portugal en Lisboa.
Las carencias goleadoras de Ciro Immobile en los momentos decisivos y las lesiones de Federico Chiesa y Andrea Belotti convencieron a Mancini a convocar a Balotelli, para ver cómo reacciona y decidir si puede contar con él para la repesca del próximo marzo.
OCHO GOLES EN TURQUÍA
Balotelli llega a Coverciano tras anotar ocho goles en la liga turca con el Adana Demirspor, entrenado por el exsevillista Vincenzo Montella, y mostrar un rendimiento positivo tras las últimas campañas muy negativas vividas en Italia.
El delantero italiano llegó a Turquía tras desaprovechar dos oportunidades para relanzarse en Italia, primero en el club de su ciudad, el Brescia, en la Serie A, y luego en la Serie B, con el Monza del político y empresario italiano Silvio Berlusconi.
Apenas marcó cinco goles en el curso 2019-2020 y cinco en el 2020-2021, números que certificaron la involución de un jugador de potencial enorme, limitado por su carácter.
Y eso que su carrera había empezado de forma asombrosa, con el triplete, Serie A, Liga de Campeones y Copa Italia, ganado con el Inter y un millonario fichaje por el Manchester City, de nuevo con Mancini en el banquillo.
Súper Mario conquistó la Premier League de 2012, además de la FA Cup y el Community Shield (Supercopa inglesa), pero su etapa inglesa fue marcada por una larga serie de escándalos y polémicas por sus comportamientos fuera del campo.
Bromas de mal gusto a sus compañeros y un estilo de vida poco compatible con el deporte profesional provocaron un bajón que le vio poco a poco alejarse de los focos mediáticos.
Se quedó al principio en los clubes de elite, como el Liverpool o el Milan, el último gran equipo en el que regaló detalles de clase, antes de recalar a continuación en los menos ambiciosos Niza y Marsella.
AZ.