El Olympique de Marsella volverá a disputar, seis años después, las semifinales de la Liga Europa, tras imponerse este jueves por 4-2 al Benfica en una tanda de penaltis en el que destacó la actuación del guardameta español Pau López que decantó la eliminatoria a favor del equipo francés tras detener el lanzamiento del joven central Antonio Silva.
Una rueda de penas máximas a las que pocos podrían haber imaginado que se vería obligado a llegar el conjunto marsellés ante el claro dominio de los de Jean Louis Gasset.
- Automovilismo
Pero si los locales acapararon la posesión del balón y mostraron mucha más ambición que un Benfica que pareció conformarse con defender el 2-1 que logró en la ida, carecieron de la precisión en los metros finales para generar claras ocasiones de gol.
De hecho, el Olympique de Marsella cerró los primeros cuarenta y cinco minutos con tan solo una clara oportunidad, un disparo a los ocho minutos del senegalés Iliman Ndiaye que detuvo el guardameta ucraniano del Benfica, Anatoliy Trubin.
Mucho menos incisivo se mostró el Benfica que llegó al descanso sin contabilizar ni un solo lanzamiento entre los tres palos.
Un panorama que cambio ligeramente en la segunda mitad, en la que el conjunto luso sí logró inquietar en alguna que otra ocasión la portería defendida por el español Pau López.
Aunque quien realmente estuvo cerca de marcar fue el Marsella que entre los minutos 67 y 70 dispuso de tres claras ocasiones para abrir el marcador en las botas de Jordan Veretout, Pierre-Emerick Aubameyang y Geoffrey Kondogbia, que se encontró con el portero 'encarnado'.
Nada pudo hacer, sin embargo, Trubin por impedir que el delantero camerunés firmase a los 79 minutos el 1-0 que llevó el partido a la prórroga tras cabecera a las redes un magnificó centro desde la banda izquierda de Aubameyang,
Un gol al que no pudo dar réplica el Benfica pese al empeño del argentino Ángel Di María que dispuso antes de llegar al tiempo extra y poco después de arranar la prórroga dos cabezazos para igualar la contienda.
Pero el remate de cabeza no es el fuerte del internacional argentino y si en su primer testarazo no logró dar al balón la potencia necesaria para sorprender al portero del Olympique en su segundo se topó con la pierna de Pau López.
Una falta de acierto que volvió a condenar a Di María y al Benfica, esta vez de manera definitiva, en la tanda de penaltis en la que el argentino lanzó al poste, fallo que unido a la parada de Pau López a lanzamiento del joven central Antonio Silva permitió al Marsella alzarse con el triunfo (4-2) y el billete para semifinales donde se medirá con el Atalanta.
Rja