Tras el empate ante el Salszburgo (1-1), el Milan se impuso con autoridad al Dinamo de Zagreb (1-3) en esta segunda jornada de Liga de Campeones en un partido dominado por los 'rossoneri' pero en el que tuvieron que reaccionar con madurez ante el tanto del conjunto croata que reabrió el choque y en el que Brahim Díaz dejó una de las actuaciones más notables de la temporada.
Comenzó ganando terreno el Milan ante un Dinamo al que claramente no le importó ceder el mando colocando dos líneas bien definidas, sólidas y ordenadas ante cualquier intento de irrupción 'rossonera'.
Brahim, la gran novedad en el once de Pioli, bajó a recibir a la zona de centro del campo casi como un centrocampista más, a la altura de Tonali y Bennacer para poder nutrir a Leao y Giroud con balones profundos, la única manera de hacer daño al bien organizado conjunto croata.
Así llegaron varias ocasiones de peligro para los locales, que no estuvieron acertados en la definición. Ni Tonali de cabeza, ni Giroud con su pierna izquierda, ni Leao con espacio en la que fue la más clara de la primera mitad. Brahim, que dejó muy buenas sensaciones en ataque, fue también una de las virtudes en defensa del Milan y, con un robo de balón en campo propio, lanzó un pase perfecto para Leao, que, con mucho espacio, domó el esférico hacia la puerta rival. Justo cuando armó la pierna diestra para rematar, apareció Moharrami desbarató la ocasión con una sutil y acertada entrada.
Asustó, no en vano, el conjunto croata, que llegó en contadas ocasiones a la puerta defendida por Maigan. Dos tiros a puerta de los cuatro totales en la primera mitad.
Con la tregua firmada por ambos equipos, Sutalo cayó en el amago de Leao dentro del área y barrió al luso. Penalti en el minuto 44. Giroud no falló desde los once metros. Golpe de efecto para el Milan y San Siro, que dejaron noqueados al Dinamo.
Y si hay un deporte en el que hay que aprovechar los momentos es el fútbol. Un gol antes o después del descanso puede determinar el partido. El Milan, en casa, un San Siro que arropó a los suyos desde el inicio, salió sin perder la dinámica ofensiva de la primera mitad, aunque con mucha más efectividad.
De nuevo Leao fue clave, con una carrera por banda izquierda en la que dejó atrás con las ya habituales y 'humillantes' arrancada y zancada a sus pares, sirvió con pierna izquierda y apareció Saelemaekers para poner el 2-0 con un testarazo a bocajarro. Dos partidos de Liga de Campeones y dos tantos para el belga, que parece haberle ganado la batalla a Messías en el carril diestro.
Se relajó el Milan a partir del gol, el Dinamo no se dio por muerto en ningún momento y consiguió reabrir el partido. Petkovic, rodeado por tres defensas milaneses, encontró con un movimiento de fútbol sala, jugando con la suela y el exterior de la bota, a Orsic, verdugo del Chelsea en la primera jornada, que no falló frente a Maignan. Recortaron distancias los croatas en el minuto 56, movió el banquillo Pioli.
Entraron Pobega y De Ketelaere con el objetivo de tener un control mayor de la posesión. Funcionó, el Milan domó el balón con buenas circulaciones a las que de nuevo dio gran sentido Brahim, de lo mejor de los actuales campeones del 'Scudetto', y significó la sentencia final del choque. Pobega apareció en el 77 para fulminar desde la frotal del área una buena jugada combinativa y puso el 3-1. San Siro, algo más tímido tras el tanto de los croatas, volvió a cantar a pleno pulmón.
Primera victoria en el primer partido de 'Champions' en casa en esta temporada en la que, por el momento, el Milan está invicto. Una victoria que no llegó a San Siro la pasada campaña. El Dinamo cae a la segunda posición y depende del resultado entre en Salszburgo y el Chelsea para mantenerse o no en los puestos de clasificación a octavos.
MN