El Nápoles tropezó este sábado ante el recién ascendido Génova (2-2), en un partido en el que remó en los últimos compases por la victoria pero que acabó significando su segunda jornada consecutiva sin victoria en Serie A en cuatro partidos para el actual campeón del 'Scudetto', que por ahora ha firmado un inicio de campaña dubitativo.
Dos victorias, un empate y una derrota es el bagaje de Rudi García como nuevo entrenador del campeón italiano. Un inicio de temporada insuficiente para mantener las expectativas y las esperanzas de los napolitanos y la imagen de un equipo que hace no tanto parecía inabordable para sus rivales, casi invencible.
Si bien es cierto que la marcha de Kim Min Jae dejó un hueco importante en el centro de la zaga, el Nápoles es un equipo que parece haber perdido más solidez defensiva de la que debiera. Era claro favorito para ganar el duelo, y más teniendo en cuenta la derrota ante el Lazio en la pasada jornada y el grandísimo estado de forma de un Inter que no frena, pero el Génova presentó una más que digna batalla que a punto estuvo de valerle los tres puntos.
Solo el pundonor del Nápoles pudo hacer derribar el entramado defensivo del Génova en los minutos finales, con dos goles que a amedrentaron al Génova pero que no fueron suficientes para rubricar la remontada deseada y salir del Luigi Ferraris con los tres puntos, esos que bien pudo merecer el combinado local, que consiguió ponerse 2-0 en el minuto 56 y con la sensación de que tenía la victoria en la mano.
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Primero con el tanto de Bani en el minuto 40, que recogió la peinada de De Winter al segundo palo adelantándose a Juan Jesús; y poco más tarde, en el 56, con el tanto del nacionalizado italiano Mateo Retegui, que cazó dentro del área un baló suelto y puso el 2-0.
Contra las cuerdas, el único que puso algo de claridad fue un Kvartatskhelia que estuvo demasiado solo en ataque hasta que García dio entrada a Raspadori, una bocanada de aire fresco que alimentó la posibilidad de remontada con el 2-1 gracias a un zurdazo que puso en la escuadra para incendiar el duelo en el minuto 76.
Con tiempo para la reacción, el Nápoles empezó a carburar y ha hacerse al grande al tiempo que al Génova le empezaron a pesar lo minutos. Tanto que en el minuto 85, a falta de cinco minutos, llegó el empate, un tanto de Politano gracias al preciso pase de Zielinski, que le dejó solo para fusilar a Martínez y sellar el 2-2 definitivo.
Lo intentó el combinado 'partenopeo' hasta el final, pero la reacción solo llegó hasta el empate que le deja, por el momento, quinto con siete puntos de 12 posibles. El Génova, por su parte, con 4 de 12, se coloca duodécimo.
Rja