El Nápoles no pudo pasar este sábado del empate en el Digo Armando Maradona ante el Frosinone (2-2), que pelea por escapar del descenso, y desperdició la enésima oportunidad de la temporada para acercarse a unos puestos europeos cada vez más complicados.
La campaña post campeón del 'Scudetto' está llegando a su final para el Nápoles. Se está quedando sin tiempo para poder disputar competiciones europeas por méritos propios y sin depender del resto de italiano en Europa, que todavía podrían abrirle una puerta a los de Francesco Calzona.
Solo una victoria en las últimas 5 jornadas complican sobremanera el objetivo de un equipo irreconocible al que la fragilidad defensiva volvió a jugarle una mala pasada. Y la afición en el Maradona, que despidió con una sonora pitada, está ya cansada.
Acabó el combinado partenopeo con el nigeriano Victor Osimhen, el argentino Giovanni Simeone, el georgiano Khvicha Kvaratskhelia y Giacomo Raspadori arriba. Toda la carne en el asador. Y ni con esas pudo con un equipo que pelea por evitar la Serie B.
Y eso que empezó de cara el duelo para los locales. Al espléndido día que presentó Nápoles se sumó el zurdazo de Matteo Politano en el minuto 17 que abrió el marcador, el segundo golazo consecutivo del extremo italiano, que ya ante el Monza la pasada jornada dejó una obra de arte en forma de volea.
Era muy superior el Nápoles y el Frosinone lo sabía. Osimhen tuvo en el minuto 20 el 2-0 en sus pies, pero en el uno contra uno frente Turati, meta del Frosinone, erró de manera clamorosa.
Tan de cara estaba el partido para el Nápoles, que hasta el argentino Matías Soulé, el mejor del Frosinone, falló un penalti. Lo adivinó Meret, que pasó de ser héroe a villano.
Porque nada más comenzar el segundo tiempo, regaló el empate al marroquí Wallid Cheddira en un intento de salida de balón. Sería el primero de los dos goles de un delantero que, curiosamente, es propiedad del Nápoles.
Consiguió rehacerse el todavía campeón de Italia con su delantero insaciable. Osimhen aprovechó un mal disparo de 'Kvara' para cazar el balón suelto en el área y dar cierto respiro al Maradona.
Pero nada más lejos de la realidad, el combinado 'azzurro' volvió a dejar vivo a su rival y a pecar de la fragilidad defensiva que le acompaña desde principio de temporada. De nuevo Cheddira, esta vez tras la pausa de hidratación, el que puso el empate definitivo con un testarazo precioso. Libre de marca.
Ni los intentos de 'Kvara' desde la distancia, ni la clarísima oportunidad que tuvo el senegalés Demba Seck, salvada en el último momento por Meret, cambiaron el marcador. Sufrió hasta el final el Nápoles, que vio cómo Mario Rui tuvo que forzar su segunda amarilla para cortar una contra peligrosa.
La pesadilla continúa apara el Nápoles, cada vez más lejos de Europa. El Frosinone, con un punto fundamenta, respira y sale del descenso a falta de finalizar la jornada.
MP