La Copa Mundial de futbol varonil es más que sólo un torneo deportivo, al tratarse de un evento tan popular, tiene toda la atención de los aficionados y también de los que no lo son tanto, pero el nacionalismo les hace sentir “el alma en un hilo” cuando su selección está en la cancha, pero qué pasa con todas las emociones que les atraviesan en estos eventos, donde sólo se pierde o se gana, sin duda, ganar puede producir alegría, pero ¿qué pasa cuando se pierde?
Este miércoles la Selección Mexicana fue eliminada del Mundial de Qatar 2022; se trataba de su tercer partido y aunque todo parecía perdido, dos goles le regresaron la esperanza al tricolor, pero quedaron a dos goles más de pasar a los Octavos de Final. Así es como puede leerse una subida y bajada de emociones alrededor del futbol, por ello, el Banco Interamericano de Desarrollo publicó un trabajo realizado por Luciana Etcheverry y Natalia Tosi sobre los picos de violencia que se registran cuando hay partidos.
Un estudio realizado en Brasil reportó un incremento del 26 por ciento en las denuncias por lesiones contra las mujeres cuando los equipos disputaban como locales y los principales agresores son parejas o ex parejas, el estudio también reporta que incrementa un 23.7 por ciento en las denuncias de amenazas contra mujeres en días de partidos en la Competencia Brasileña de Fútbol de 2015 a 2018.
Por otro lado, en Colombia también se observó un incremento del 25 por ciento en los registros de violencia doméstica, los días que la Selección Colombiana tuvo partido en el Mundial de 2018 y un 38 por ciento en el Mundial de 2014. Y datos resaltan que no es un fenómeno exclusivo del futbol soccer, pues un estudio reveló en 2011 que en Estados Unidos la violencia de pareja, principalmente hacia las mujeres, subió un promedio de 10 por ciento en días en que los equipos de fútbol americano perdían “de forma inesperada”.
Estos datos nos permiten mirar la violencia de género en un ámbito más, que nos ayudan a identificar comportamientos sistemáticos, sin embargo, el detonante no se trata exclusivamente del deporte, si no de las razones detrás de el aumento de la violencia contra las mujeres en eventos como este.
Aunque no hay datos claros de si la violencia domestica, es decir contra las mujeres y sus hijas e hijos, sube durante estos días de frustración frente al Mundial, es claro que al ser un país con alertas de violencia de género y de cultura machista, puede tratarse de un detonante más.
¿Por qué aumenta la violencia contra la mujer cuando hay partidos de futbol?
Según la ONU, la violencia contra las mujeres y las niñas es la violación más grave de los derechos humanos, pues ésta causa consecuencias de desigualdad y discriminación de género. Hay dos razones que pone sobre la mesa el estudio del BID:
Consumo de alcohol: desde hace mucho ha sido íntimamente relacionado con el futbol y las bebidas embriagantes, por lo que según estudios, presentados por la BID, muestran que los días con partidos más tempranos coinciden con el incremento de la violencia, por lo que quedan bajo la hipótesis de que los agresores pasan más tiempo consumiendo alcohol, lo que detona más los comportamientos violentos.
Viejos patrones de masculinidades: la publicación hace referencia a “las conductas violentas de las masculinidades hegemónicas”como una de los patrones, pues además de que la violencia de género se basa en el dominio de los hombres sobre las mujeres, también es usada como una forma de canalizar y expresar frustraciones o alguna emoción que sea sentida con intensidad.
Más allá del futbol, es importante mirar y reconocer las violencias que atraviesan a gran parte de la sociedad a partir de un sistema social de poder y por otro lado, trabajar en encontrar la forma de canalizar las emociones de forma que no lastimen a ninguna persona, pero que sean expresadas y reconocidas.
ZP