Qatar, que espera la visita de 1,2 millones de aficionados al fútbol durante la disputa del Mundial (del 21 de noviembre al 18 de diciembre), prevé instalar "1.000 tiendas tradicionales" beduinas en el desierto para hospedar a parte de estos visitantes, anunciaron los organizadores del torneo este martes.
"Es una de las opciones que se ofrecerá en las dos próximas semanas", indicó Omar Al-Jaber, responsable del alojamiento en el seno del Comité de Organización, durante un encuentro con la prensa.
"Es verdaderamente un camping", explicó. "Debemos dar a la gente la experiencia del desierto y de una tienda de estilo beduino".
Estos campos tendrán electricidad gracias a generadores, agua corriente y evacuación de las aguas residuales, pero no tendrán climatización.
También se abrirá un lujoso campamento con 200 tiendas.
Las tiendas se instalarán en la playa de Sealine, al sur del país, a las puertas del desierto, así como "en otras zonas que serán anunciadas", según Omar Al-Jaber.
El número de camas disponibles y los precios en este pequeño emirato del Golfo preocupan a los aficionados, pero el responsable trató de tranquilizarles asegurando que "más de 100.000 habitaciones" estarán disponibles.
A los poseedores de entradas para los partidos se les propondrá otras formas de alojamiento, como 'villages' pre-fabricados, precisó el responsable, así como apartamentos, villas o cabinas en dos cruceros amarrados al puerto de Doha.
Una gran parte de las plazas hoteleras han sido pre-reservadas por los organizadores para las selecciones, los árbitros, los dirigentes y la prensa, pero la FIFA liberará aquellas que no sean utilizadas, indicó Omar Al-Jaber.
"Entre julio y septiembre, habrá muchos hoteles disponibles en la plataforma", prometió, precisando que antes de octubre estarán finalizados varios hoteles ahora en construcción.
También se organizarán más de 160 vuelos diarios de ida y vuelta con los países vecinos (Kuwait, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Omán) para aumentar la capacidad hotelera.
SARB