Dusan Vlahovic, asentado en la titularidad recuperada del Juventus, dirigió este sábado al conjunto de Turín, vencedor gracias a un gol firmado por el francés Adrien Rabiot, hacia el triunfo frente el Roma (1-0) que le deja a solo dos puntos del liderato que mantiene el Inter.
Un alentador fin de año para el cuadro de Massimiliano Allegri, invicto durante los trece últimos partidos de la Serie A, su mejor trayectoria desde que en la campaña 2019-2020 estuvo diecisiete y logró por última vez el scudetto.
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Lleva ese camino el Juventus, el único que no ha perdido ningún partido en su campo en lo que va de temporada, en crecimiento, que aprovechó el tropiezo del Inter el viernes, incapaz de pasar del empate en Génova.
De hecho, empezará el equipo de Allegri el 2024 con el Inter y el liderato a tiro después de haber podido recuperar la mejor versión de Dusan Vlahovic al que el preparador condenó al banquillo por su pobre aportación y al que ha regenerado la confianza en los últimos compromisos.
Proporcionó el balcánico la victoria en la pasada jornada, ante el Frosinone, y ahora, además de ser la principal amenaza romana, asistió a Rabiot, de tacón, para desnivelar el choque.
Fue más ambicioso la Vecchia Signora. El Roma, con Europa en juego y pobre en sus encuentros como visitante este año, sólo despertó tras encajar el gol y, ocasionalmente antes, de la mano de Paulo Dybala, única baza ofensiva en la primera mitad del equipo de Jose Mourinho.
Porque fue esporádico el tiro al palo de Bryan Cristante a los cuatro minutos, con Wojciech Szczesny batido. Porque respondió Vlahovic con rotundidad con dos acciones de delantero centro. Primero en el 12, con un disparo que rozó el palo derecho tras recibir un balón de Kenan Yildiz, y siete después casi celebraba el gol cuando aprovechó un pase de Federico Gatti, tiró, y un defensa sacó el balón con la cabeza cuando entraba hacia la red.
Sólo se pudo quitar el dominio local la Roma a la media hora con una acción de Dybala que salió fuera aunque el tanto rondó al borde del intermedio en un disparo de Filip Kostic que recogió el rechace de un defensa y sacó, otra vez bajo palos, el marfileño Evan Ndicka.
Se desniveló el asunto al inicio de la segunda parte, en una jugada de ataque rápido que inició Rabiot y que llegó hasta Vlahovic. El serbio, de espaldas, envió el balón, de tacón, al francés, que batió, por el palo corto a Rui Patricio.
No encontraba la manera de inquietar al Juventus el conjunto romano que dio sensación de escasa capacidad para poder dar un giro al encuentro. Solo por medio del cambio de velocidad establecido por Dybala que pretendía aprovechar Bryan Cristante y la escasa renta local ponían en el aire la victoria del Juventus.
Además, el cuadro de Allegri mejoró con la entrada de Federico Chiesa, a la hora de encuentro, que dio más velocidad en las transiciones al equipo de Turín. Solo en el tramo final, en el último cuarto de hora metió una marcha más al duelo el cuadro de Mourinho. Más por impulso y siempre en acciones donde sobresalía el talento de Dybala.
Pudo sentenciar el Juventus en una jugada rápida de Chiesa que encontró al Weston McKennie, en boca de gol, que disparó flojo y a las manos de Rui Patricio.
MP