El portugués Rafael Leao mantuvo el nivel mostrado en la Liga de Campeones y con un doblete solucionó este domingo el choque del Milan ante el Lecce (2-0), manteniendo de esta manera a su equipo en la igualada lucha por finalizar entre los cuatro primeros de la Serie A.
Está siendo una semana realmente buena la de Rafael Leao. Después de una noche estelar ante el Nápoles en la que con una asistencia certificó el pase de su equipo a las semifinales de la 'Champions', la estrella portuguesa volvió a cargarse al combinado 'rossonero' a la espalda para conseguir una importante victoria en el campeonato liguero que le permite mantenerse en la lucha por entrar en el top-4.
El partido ante el Lecce era fundamental para los milanistas teniendo en cuenta la victoria de su próximo rival en semifinales de la máxima competición europea, un Inter que doblegó al Empoli con un doblete del belga Romelu Lukaku y un tanto del argentino Lautaro Martínez que les dejó virtualmente sextos en la tabla. Todo lo que no fuera una victoria, era para ellos un problema de dimensiones gigantes.
Pero si Lukaku fue esta vez el que tiró del carro en el conjunto interista, Leao no fue menos con el Milan. El portugués, con dos zarpazos en el Meazza, terminó con la racha de dos empates seguidos y encaminó a su equipo a la necesitada senda de la victoria para lograr el objetivo por el que pelea junto a Lazio, Roma y una 'Juve' que se ha metido de lleno al recuperar -al menos temporalmente- los 15 puntos que le fueron sustraídos a principios de enero.
Un remate de cabeza en el minuto 37 a centro medido de Sandro Tonali desbloqueó el partido en un San Siro en el que el Lecce plantó cara e incluso estuvo cerca de dar la sorpresa con otro testarazo a puerta vacía que Banda, incomprensiblemente, estrelló en la madera, dando alas a un Milan que, pese a haber generado alguna ocasión aislada, estaba bloqueado en ataque.
En la segunda mitad, con la ventaja en el marcador, Pioli dio descanso a un Tonali que de nuevo fue capital en el buen hacer de su equipo. Mantuvo, eso sí, a otros grandes nombres como Leao, Theo o Brahim, consciente de que todavía tenía que cerrar el partido y que los tres son claves para la tarea.
Y no fue hasta el minuto 75 cuando Pioli pudo respirar tranquilo, justo cuando Leao aprovechó un error en salida del Lecce y recogió el balón en el centro del campo. Como ya hiciera ante el Nápoles en el Maradona, arrancó sin miramientos y en pocos segundos estaba armando su pierna izquierda dentro del área, imparable, irreducible por una zaga que no pudo hacer otra cosa que rendirse ante tal superioridad física.
En cuanto marcó el tanto de la sentencia, Pioli movió el banquillo y dio descanso tanto a Brahim como a Leao. El trabajo estaba hecho, la victoria cerrada y el Milan en la pelea para jugar la 'Champions' la temporada que viene. Por ahora es quinto con 56 puntos, dos más que el Inter y empatado con un Roma que juega este lunes.
El Lecce no consigue alejarse definitivamente de la zona de peligro y coquetea con los puestos de descenso, con solo dos puntos de margen.
Rja