El Real Betis salió del Olímpico de Roma con tres puntos fundamentales con los que encarriló la clasificación a octavos de Liga Europa tras una remontada sobre el Roma de José Mourinho con un marcador final de 1-2, en un partido muy igualado que deja sobre el alambre el pase a la siguiente ronda del conjunto romano, obligado a ganar en el segundo asalto en el Villamarín.
Roma y Betis llegaron el coliseo romano de la mano de sus respectivas aficiones. Los sesenta mil a los que se encomendó Mourinho en rueda de prensa y los casi cinco mil verdiblancos convirtieron rápidamente el Olímpico de Roma en una caldera, preparada para vivir el choque por la primacía del Grupo C de la Liga Europa.
Comenzó con incertidumbre el partido. Ninguno de los dos consiguió hacerse dueño de un partido que pronto se vio alterado con la lesión de Celik en el carril derecho romano tras un choque con su compañero Cristante en el que se le quedó la pierna enganchada y le impidió continuar.
La primera llegada de peligro llegó desde el lado visitante, en el minuto ocho, en la bota zurda de un Canales que empaló de primeras un balón suelto en la frontal, pero que Rui Patricio salvó sin mayor apuro. Fue un aviso de lo que iba a ser el Betis: posesión con verticalidad.
Y es que cinco minutos después pudo llegar la primera alegría para los béticos con una preciosa jugada entre Guido y Fekir que el galo estrelló con la madera en la que fue la primera ocasión clara del partido. Se repartían posesión y dominio los contendientes, pero el peligro lo tenía el Betis.
Sin embargo, cuando el partido se inclinaba hacia el lado verdiblanco, llegó el primer contratiempo. Fekir, indiscutible en el esquema de Pellegrini, tuvo que salir por molestias en el isquio de su pierna derecha dejando paso a Luiz Henrique.
Volvió a equilibrase la balanza. El Roma visó con un par de salidas rápidas hasta que logró sacar el rédito a los minutos en campo rival. En un centro lateral, tenso y medido, como habitúa Paulo Dybala, y tras el ligero toque de cabeza de Ibáñez, el balón fue directo a la mano de Ruibal. El árbitro señaló, VAR mediante, la pena máxima.
La 'Joya' tomó responsabilidad y ejecutó desde los once metros para hacer explotar a su afición pasada la media hora de encuentro. Reaccionó rápido el Betis, que no se dejó intimidar, y con una contra relámpago se plantó en área romana, pero el recién entrado Luiz Henrique definió al centro, fácil para Rui Patricio. Avisó el conjunto que dirige el 'ingeniero' Pellegrini, que tenía mucho que decir.
No apagó el Roma el arreón de los verdibalncos y el Betis creció con el paso de los minutos hasta que obtuvo su recompensa. Luiz Henrique dejó el balón en la frontal y Guido fusiló a Rui Patricio por su palo derecho para igualar la contienda en el minuto 40.
Se descontroló la primera mitad en los últimos compases y pudo pagarlo caro el Betis, que vio como Zaniolo se encontró con el larguero y como Rui Silva sacó una espectacular mano al disparo de Dybala justo al borde del descanso.
La segunda mitad comenzó con el ritmo de la primera. La tuvo Cristante para poner por delante a la 'Loba', pero se agigantó bajo palos Rui Silva para salvar los muebles.
Movió ficha Pellegrini y sacó del campo a un Joaquín que no tuvo demasiado peso en el ataque verdiblanco y que se fundió en un abrazo con Mourinho en su camino al banquillo.
Se hizo con el mando el conjunto local, que tuvo posesión y verticalidad repartidas a partes iguales con ineficacia ante una bien organizada y solvente línea defensiva -o en su defecto un acertado Rui Silva bajo palos- de un Betis que pareció contentarse con el punto en Roma.
Un punto, sin embargo, le supo a poco a Luiz Henrique, el protagonista menos esperado, que había entrado tras la lesión de Fekir y que dio la victoria a los suyos con un remate de cabeza que se coló por la escuadra en el minuto 88 y desató la alegría de los casi cinco mil aficionados desplazados.
El Betis dejó encarrilada la clasificación a octavos bajos los 'olé' de su afición en Roma con una exhibición de buen juego en la primera mitad y demostrando mucha madurez en la segunda, donde supieron aprovechar la ocasión más clara que tuvieron para complicar mucho al Roma en Liga Europa, obligado a ganar en el Benito Villamarín sin una de sus estrellas, un Zaniolo que vio la roja directa tras una agresión sin balón de por medio.
MP