La selección femenina escocesa ha ganado a su federación una disputa por no tratar con las mismas condiciones salariales y laborales a las mujeres y a los hombres.
El juicio por el que las jugadoras denunciaban a la federación por condiciones desiguales respecto a los hombres iba a comenzar este jueves, pero ambas partes han llegado a un acuerdo y no será necesario acudir a los tribunales.
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Las quejas estaban centradas en asuntos como las instalaciones, las condiciones de los viajes y el pago a las futbolistas.
"Las jugadoras están conformes con que el asunto se haya resuelto sin acudir a acciones legales. Esperamos poder centrar nuestros esfuerzos colectivos en clasificarnos para la Eurocopa de 2025 y acelerar el crecimiento de este deporte entre las niñas y las mujeres e inspirar a la nación", dijo la federación escocesa en un comunicado.
Rachel Corsie, capitana del equipo y líder de estas protestas, aseguró que está encantada con que se haya llegado a una resolución y que se haya evitado la vía legal.
"Nadie quería esa ruta, pero se han mantenido conversaciones positivas en este periodo, con respeto mutuo, entendimiento y cooperación. Como capitana, creo que tenemos la responsabilidad de buscar los estándares más altos tanto dentro como fuera del campo. La federación escocesa ha hecho importantes avances en este asunto y juntos vamos a seguir. Estamos orgullosas de que haya paridad, no solo para esta generación, sino también para el futuro", dijo.
Ian Maxwell, presidente ejecutivo de la federación escocesa, argumentó que el crecimiento del fútbol femenino es una de las prioridades de la asociación y que han reiterado su compromiso con la igualdad, especialmente en asuntos como las apariciones en promociones, recursos y distribución de premios.
AM