Poco importaba el rival (un combinado panameño de segundo nivel) o el resultado (fue un 5-0): para la selección uruguaya el partido de este sábado en Montevideo fue una simple excusa para despedirse de su público, ante el cual ya no se presentará antes del Mundial de Qatar 2022.
Fue una fiesta: antes, en el entretiempo y después del encuentro una serie de números musicales y durante el partido el ingreso a la cancha de todos los futbolistas celestes disponibles, aplaudidos por los más de 40.000 espectadores que acudieron al Centenario a pesar del intenso frío.
Algunos no pudieron ser de la partida: por lesión se lo perdieron estrellas como Luis Suárez, máximo goleador histórico de la selección uruguaya, los defensas Diego Godín y José María Giménez y el mediocampista Rodrigo Bentancourt, así como la joven promesa Agustín Canobbio.
Darwin Núñez, el delantero de 22 años surgido en Peñarol que acaba de ser transferido al Liverpool británico por una suma récord para un jugador charrúa, debió viajar a Inglaterra para arreglar su situación con su nuevo club.
Todos los demás celestes tuvieron minutos en cancha, incluidos los históricos Martín Cáceres, Edinson Cavani y Fernando Muslera, que están llegando al fin de su carrera.
"Perdón por no estar ahí, pero si no estoy es porque quiero estar bien para el Mundial", dijo Suárez desde España, donde se está recuperando de su lesión, en una transmisión en vivo del canal de la Asociación Uruguaya de Fútbol que el público pudo ver en la pantalla del Estadio Centenario.
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