El Preolímpico de la Concacaf ya tiene una historia que contar. Haití tuvo que solventar su debut ante Honduras solamente con 10 jugadores en el terreno de juego; entre ellos, un arquero improvisado. Todo ello debido a un retraso en los resultados de las pruebas de covid-19 que le realizaron a algunos jugadores, por lo que no estuvieron disponibles para este compromiso.
Ante una situación tan inusual, Webens Prinsime, entrenador de Haití, mostró su decepción y logró explicar el proceso por el cual tuvieron que pasar. Dentro de las soluciones que pudo imaginar, estaba posponer el partido. “Yo pienso que de alguna manera podían hacer valer el fair play un poco (…) Me hubiese gustado jugar este partido 11 contra 11”, comentó en rueda de prensa.
Prinsime explicó que fue tuvieron muchas dificultades para poder llegar a competir. Primero porque “La embajada de México tardó en facilitarnos las visas y encima no tenemos vuelo directo de Puerto Príncipe hasta Guadalajara”. Además, tuvo un grupo de jugadores que llegó “prácticamente hoy en la madrugada”.
Fue hasta las 7 de la mañana en el mismo día de partido cuando pudieron relizarles las pruebas de coronavirus a estos jugadores. Webens explicó que las pruebas se realizaron en el laboratorio sugerido por la organización, pero que aún así no pudieron evitar el tiempo de espera que después les impidió competir con el plantel reducido.
El entrenador de Haití intentó ver el lado positivo de la situación para enfrentar el resto del certamen, según las conclusiones que sacó después del debut. “Nos quedo la sensación que entre los dos equipos no existen tres goles de diferencia”, expresó. También reconoció estar triste y apenado por la situación y aceptó que para el grupo será difícil sobreponerse a esta adversidad.
CGE