Para la paraciclista neolonesa Dulce María Guerrero asistir a los Juegos Paralímpicos de París 2024 es un sueño por el que trabaja cada día y del que está cada vez más cerca.
“Ella es muy responsable, disfruta el estar entrenando, yo no la tengo que forzar, se sabe muy bien el camino, se despierta antes de que yo le hable y siempre está con una sonrisa”, dice una orgullosa Agueda Guerrero Guevara, mamá de la deportista.
Dulce entrena por la mañana en el Parque Fundidora, aprovechando las horas antes de las intensas temperaturas que se sienten en Monterrey. Entrena bajo el programa del entrenador nacional Erick Pérez, quien le envía los programas desde la Ciudad de México.
La paraciclista neolonesa recién compitió en la Copa del Mundo de Para Ciclismo en Maniago, Italia, en donde ganó medalla de bronce en la prueba de triciclo de la clase WT1 con tiempo de 1:15:11.
“Es mucho entrenamiento, tanto sacrificio… estoy contenta”, dijo Dulce María, quien sufre parálisis cerebral y tiene atrofia muscular desde días de nacida.
Dulce María practica el paraciclismo, en modalidad triciclo, desde el 2014. Con diez años como deportista de Nuevo León tiene varios logros importantes, entre ellos la posibilidad de clasificar a París 2024, para lo que espera la fecha del selectivo para poder confirmar su nombre en la lista de seleccionados.
- Futbol Internacional
De lograr dicha calificación, Guerrero se uniría al selecto grupo de paradeportistas de Nuevo León con boleto para París 2024, grupo que lo conforman los paraatletas Mario Santana Ramos y Román Ruiz, así como la paratriatleta Brenda Osnaya.
MP