Más de 127 millones de mexicanos estuvieron atentos a la Final del trampolín sincronizado de tres metros, pero una mujer estuvo más que ninguna otra, la señora Liliana Hernández quien acompañó, sufrió y gozó junto a su hijoJuan Manuel Celaya la conquista de una medalla de plata que valió oro puro.
Y no era para menos, pues Meme se coordinó a la perfección con Osmar Olvera para darle a México el segundo lugar de la competencia y la presea de plata en una Final emocionante, dramática y que para millones de personas en el mundo debieron haberla ganado por encima de los chinos que se llevaron el oro por apenas dos puntos de diferencia.
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¿Qué dijeron los padres de Juan Manuel Celaya?
“Creo que los disfrute todos, como siempre le he dicho a Manuel en cada una de sus competencias, mijito es uno a uno, vamos uno a uno, compite uno a uno, así lo viví yo. Uno a uno con él.
“El último clavado es el que más disfruté y cuando él sacude las manos en la alberca, no sabíamos si había ganado, qué color había ganado, lo único era que terminó, terminó y terminó bien, todo lo hizo bien y el último fue el que más disfruté”, reseñó con mucha emoción en su rostro la madre más feliz y orgullosa de todo México.
Y es que este triunfo significó la recompensa a todos los sacrificios hechos no solo por Meme desde los 7 años de edad, sino también por ella, su esposo José Manuel Celaya y su hermana Ana, también clavadista, desde que eran niños.
“Manuel comienza desde los 7 años y es un ir y venir, sube, baja córrele, ahora tu, ahora yo, él (esposo) les hacía la cena, yo les preparaba el almuerzo, córrele, entrenamiento, ocho horas diarias, ahora en la mañana, ahora en la tarde, los sábados tampoco se descansa, ya vamos, venimos. Creo que todo es una…esa medalla es una recompensa a todo eso”, señala con gran satisfacción en entrevista con Canal 6 Deportes.
“Creo que es un sentimiento inexplicable, es un sentimiento de emoción, de alegría, de todo, es la culminación de lo que Manuel ha estado buscando cada día de su vida. Sí, desde el momento que fue para allá creo que es oro. Mis respetos para todos y cada uno de ellos, porque como padres de un atleta, de dos atletas porque los dos son clavadistas, sabemos todo lo que ellos sufren y sacrifican”.
Por su parte, el padre de Meme, don Juan Manuel Celaya Villarreal también relató lo que significó el ver a su hijo conseguir colgarse una medalla en unos Juegos Olímpicos, un logro por el que trabajó muchos años y con grandes sacrificios.
“Es un trabajo de mucho tiempo, de mucho esfuerzo, él empezó en el 2009, es un trabajo de muy atrás, día a día constancia, disciplina, dedicación, caídas, tropiezos, levantarse hasta culminar con esto que es algo muy bonito y ver que si se puede lograr cualquier cosa siempre y cuando estés dedicado a lo que quieres como objetivo.
“Principalmente como padres, como familia, nos sentimos muy orgullosos y para nosotros fue totalmente oro, independientemente del color que tenga esa medalla, para él está también un fruto muy importante desde que él comenzó en este deporte, quiso culminar en este sentido, está feliz, contento y motivado para lo que viene en Los Ángeles 2028”, expresó.
Para el orgullo padre la plata pudo bien haber sido oro, pues todos se dieron cuenta que las calificaciones de los jueces no fueron las mejores, pues saben que en este tipo de competencias cuentan las banderas y los chinos tienen muchos años dominando esta disciplina.
“Lógicamente se siente muy bonito ver ese tipo de clavados que dan, pero sabemos que los jueces es todo apreciación y pasa todo por los jueces, pero todos vimos a nivel nacional cómo estuvo ese evento y las palabras de los chinos nos dicen todo”, consideró.
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¿En qué momento pudieron hablar con su hijo?
“Terminando la competencia no se pudo hablar con él de ninguna forma, ya hasta cuando él tuvo la oportunidad nos mandó un mensaje, nos marcó y haciendo el comentario que estaba feliz y contento por el logro de la medalla que es para todo mundo”, apuntó.
Por lo pronto, la casa de la familia Celaya Hernández en San Nicolás está ya esperando a Meme, ansiosos por abrazarlo y festejar como se merece esta medalla de plata que para sus padres, para toda la familia es de oro y nadie los convencerá de lo contrario.
IZN