El ídolo mundial del futbol, Lionel Messi, llegó hoy a Rosario, su ciudad natal, para pasar las fiestas de fin de año con su familia mientras define su futuro en la selección argentina.
El delantero del Barcelona arribó en un vuelo privado junto con su mujer, Antonella Roccuzzo, quien también nació en Rosario, y sus tres hijos de ambos: Thiago, Mateo y Ciro. Messi es muy querido en esa ciudad, ubicada a 300 kilómetros de Buenos Aires, y en donde suele salir a bares o pasear por las calles sin que lo rodeen multitudes, ya que los rosarinos intentan no acosarlo.
La presencia del futbolista genera más revuelo en el sentido deportivo, ya que después de la eliminación de Argentina en los Cuartos de Final del pasado Mundial de Rusia, se alejó de la selección y todavía se desconoce si volverá en 2019 para participar en la Copa América que se realizará en junio en Brasil.
Si regresa al equipo que ahora dirige Lionel Scaloni, Messi también se sumará a las eliminatorias sudamericanas rumbo a Qatar 2022, que puede ser su última oportunidad de disputar un Mundial.
En 2018, Messi repitió la “maldición” que lo persigue porque no logra ganar títulos con la camiseta de su país, en cambio terminó el año como goleador del Barcelona. Mientras analiza qué hará con la selección argentina, el delantero podrá descansar en Rosario hasta el 1 de enero, día en el que partirá a Barcelona para comenzar los entrenamientos del año con miras al partido del 6 de enero contra Getafe, como parte del Liga española.