Uno de los temas más importantes para Tigres desde diciembre han sido los fichajes, no generó tanta expectativa lo de Nico López porque se concretó en julio y ya no fue tan emocionante, y Jordan Sierra para muchos llegó como alguien que jamás iba a jugar, además fue contratado en 2017 a una módica cantidad.
En las 5 fechas que llevamos del Clausura 2020, el uruguayo López ha quedado a deber, considerando lo que se pagó por él y que llegaba prácticamente como titular indiscutible, y Sierra ha rendido pero en una posición popularmente intrascendente, aunque por supuesto que es fundamental para el equipo.
Durante varios años nos acostumbramos a las “bombas”, o fichajes rimbombantes, como Damián Álvarez, a Luis García así quisieron venderlo, Joffre Guerrón, Rafael Sobis, André-pierre Gignac, Andy Delort, Edu Vargas, Enner Valencia y ahora Nico López, la mayoría de ellos son costosos en transferencia y/o sueldo, y parece que esa es la única forma de fichar, o al menos de que emocionen las contrataciones.
A la mayoría de las nuevas incorporaciones se les observa con lupa. Es un “crack” o “viene a robar”, los puntos medios son popularmente aburridos, y cuando alguien empieza a hacer medianamente bien las cosas, comienzan a ser los protegidos, como Francisco Venegas en el 2019 y ahora le toca a Raymundo Fulgencio, así como a los primeros errores son eternamente señalados, tal como le ocurrió a Jair Díaz y Juan Purata.
Han llamado la atención Raymundo Fulgencio, que llegó para la sub-20 y ni siquiera fue presentado oficialmente, nos enteramos por una foto filtrada con Antonio Sancho, Jordan Sierra, que prácticamente no había nadie esperándolo en el aeropuerto, y hasta Juan Pablo Martínez que ha iniciado muy bien tanto de lateral izquierdo como lateral derecho.
Están los jugadores de siempre que normalmente rinden: Nahuel, Chaka, Ayala, Pizarro, Torres Nilo, Carioca y Gignac, después viene la serie de futbolistas intermitentes, como Dueñas, Vargas, Valencia o Salcedo, y después los que parece que definitivamente ya no dieron mucho más, hablo de Damm y Javier Aquino.
Todos los futbolistas mencionados en el párrafo anterior de alguna forma ya cumplieron, porque hay mundialistas, todos han salido campeones de liga, varios son constantes seleccionados, todos han mejorado considerablemente su solvencia económica, pero luego viene la serie de jugadores que tienen que destacar.
Allí es donde entran los Jordan Sierra, Raymundo Fulgencio, Pablo Martínez y hasta Julián Quiñones que está regresando tras 9 meses sin jugar, cada uno de ellos necesita destacar, ganarse un lugar por fútbol y no por nombre ni experiencia, y para que este equipo se mantenga en la parte alta necesita, además de todos los aspectos tácticos y estratégicos, el hambre de querer destacar, de ganar por primera vez o hacerlo como jugadores estelares.
Uno de los temas más importantes para Tigres desde diciembre han sido los fichajes, no generó tanta expectativa lo de Nico López porque se concretó en julio y ya no fue tan emocionante, y Jordan Sierra para muchos llegó como alguien que jamás iba a jugar, además fue contratado en 2017 a una módica cantidad.
En las 5 fechas que llevamos del Clausura 2020, el uruguayo López ha quedado a deber, considerando lo que se pagó por él y que llegaba prácticamente como titular indiscutible, y Sierra ha rendido pero en una posición popularmente intrascendente, aunque por supuesto que es fundamental para el equipo.
Durante varios años nos acostumbramos a las “bombas”, o fichajes rimbombantes, como Damián Álvarez, a Luis García así quisieron venderlo, Joffre Guerrón, Rafael Sobis, André-pierre Gignac, Andy Delort, Edu Vargas, Enner Valencia y ahora Nico López, la mayoría de ellos son costosos en transferencia y/o sueldo, y parece que esa es la única forma de fichar, o al menos de que emocionen las contrataciones.
A la mayoría de las nuevas incorporaciones se les observa con lupa. Es un “crack” o “viene a robar”, los puntos medios son popularmente aburridos, y cuando alguien empieza a hacer medianamente bien las cosas, comienzan a ser los protegidos, como Francisco Venegas en el 2019 y ahora le toca a Raymundo Fulgencio, así como a los primeros errores son eternamente señalados, tal como le ocurrió a Jair Díaz y Juan Purata.
Han llamado la atención Raymundo Fulgencio, que llegó para la sub-20 y ni siquiera fue presentado oficialmente, nos enteramos por una foto filtrada con Antonio Sancho, Jordan Sierra, que prácticamente no había nadie esperándolo en el aeropuerto, y hasta Juan Pablo Martínez que ha iniciado muy bien tanto de lateral izquierdo como lateral derecho.
Están los jugadores de siempre que normalmente rinden: Nahuel, Chaka, Ayala, Pizarro, Torres Nilo, Carioca y Gignac, después viene la serie de futbolistas intermitentes, como Dueñas, Vargas, Valencia o Salcedo, y después los que parece que definitivamente ya no dieron mucho más, hablo de Damm y Javier Aquino.
Todos los futbolistas mencionados en el párrafo anterior de alguna forma ya cumplieron, porque hay mundialistas, todos han salido campeones de liga, varios son constantes seleccionados, todos han mejorado considerablemente su solvencia económica, pero luego viene la serie de jugadores que tienen que destacar.
Allí es donde entran los Jordan Sierra, Raymundo Fulgencio, Pablo Martínez y hasta Julián Quiñones que está regresando tras 9 meses sin jugar, cada uno de ellos necesita destacar, ganarse un lugar por fútbol y no por nombre ni experiencia, y para que este equipo se mantenga en la parte alta necesita, además de todos los aspectos tácticos y estratégicos, el hambre de querer destacar, de ganar por primera vez o hacerlo como jugadores estelares.