Días después de que un aficionado en Fenway Park profirió insultos racistas contra el jardinero de los Orioles de Baltimore Adam Jones, el comisionado de Grandes Ligas se dijo determinado a “proveer a nuestros jugadores de un ambiente en el que se sientan cómodos en cualquier estadio de Grandes Ligas en que jueguen”.
Manfred habló el viernes antes del encuentro en que los Mellizos de Minnesota recibían a los Medias Rojas de Boston, que estuvieron en el centro de la polémica esta semana después que Jones, quien es negro, escuchó los insultos. Otro fanático fue sacado y expulsado de por vida de Fenway Park al día siguiente por realizar un insulto racista, mientras que otros jugadores negros de otros equipos dijeron que se trataba de un comportamiento común en el estadio de los Medias Rojas.
Manfred indicó que MLB realiza una encuesta con los 30 equipos para encontrar la manera de manejar tales situaciones “como un preludio para tomar en consideración en los lineamientos más extensos de la industria en este sentido”.
“Queremos asegurarnos de saber con precisión qué es lo que hacen los equipos antes de que comencemos a recomendar cambios”, dijo Manfred. “Estamos en el proceso de recabar información”.
Manfred no dio detalles específicos de cambios o lineamientos a considerarse, pero aseguró que los proporcionará una vez que las autoridades obtengan la información de los equipos.
La serie entre los Medias Rojas y los Orioles estuvo cargada de tensión y Manfred intentó calmar los ánimos que datan del 21 de abril, cuando el astro dominicano de Baltimore, Manny Machado, lesionó a Dustin Pedroia con una fuerte barrida en la intermedia.
Lanzadores de ambos equipos tomaron medidas de represalia contra bateadores rivales, realizando pitcheos pegados o propinándoles pelotazos. El abridor de los Orioles, Kevin Gausman fue expulsado el miércoles después de propinar un pelotazo a Xander Bogaerts en las caderas, apenas unas horas después de que Manfred y el jefe de operaciones de Grandes Ligas, Joe Torre, tuvieran una conferencia con representantes de ambas novenas para decirles: “Es suficiente”.
Manfred resaltó que es la primera vez que se involucra personalmente en una situación de este tipo y añadió que uno de los lanzamientos “fue particularmente preocupante”.
“Sentí que era algo distinto a la norma de ‘Le pego al tuyo, le pegas al mío”, reconoció. “De hecho, esta situación ha perdurado tanto que fue difícil rastrear quién le pegó cuándo a quién y a quién le tocaba”.