El mundo del futbol ha perdido a uno de sus máximos exponentes. Algunas vez, en el césped de La Bombonera, esa misma figura declaró que la pelota no se mancha; es verdad, pero nadie niega que puede estar de luto.
En lo que compete al estado de Jalisco y en concreto al mundo del balompié, las historias de Diego Armando Maradona son contadas, tanto como su visitas al recinto más importante en cuestión deportiva que tiene la entidad.
8 de Abril del 2008. El pretexto fue una invitación de la gente de Necaxa para visitar México e incluso dirigir a los Rayos, recibir un homenaje y de paso, alentar a su Boca que se enfrentaría al Atlas. El Jalisco y el Diego, cruzaron los caminos por primera vez.
El juego fue correspondiente a la fase de Grupos de la Copa Libertadores. Diego Armando Maradona visitó por primera vez el Estadio Jalisco, pues en aquel brillante mundial de 1986, el Estadio Azteca, Ciudad Universitaria y el Cuauhtémoc fueron los únicos testigos de su magia.
En su palco se reunieron personalidades como el cantante Alejandro Fernández, el entonces Vicepresidente de Necaxa, Alejandro Bocardo, el gobernador de Jalisco, Emilio González, y el empresario Jimmy Goldsmith, además de gente que buscaba a toda costa una foto de uno de los más grandes en la historia del fútbol. Todos presenciaron uno de los juegos más brillantes de los Zorros en un torneo continental goleando 3-1 a los Xeneizez.
Aquella vez algunos se quedaron con las ganas, pues la directiva atlista había planeado un pequeño homenaje, según palabras de su presidente Fernando Acosta, en el que entregarían una camiseta con su nombre y el tradicional 10 en la espalda. Las cosas no salieron como lo esperaban ya que al acercarse al palco donde Diego observaba el partido, no les abrieron la puerta: “No se pudo, al final le va al Boca y no importa", comentó en ese momento Acosta. La molestia era entendible, tras la derrota de Boca.
El destino pondría al Diego en el camino de Atlas cinco años más tarde, en el 2013, pues en la búsqueda de un técnico, hasta las oficinas de Colomos llegó la propuesta al entonces presidente Carlos Martín del Campo: Maradona estaba disponible. El contacto se dio por medio del representante del astro del futbol, Angelo Pisani, aunque según las palabras de Martín del Campo, el argentino era uno más en la lista de candidatos, por lo que no hubo acuerdo.
El regreso de Maradona al Jalisco se daría 11 años después, en su etapa como técnico de la escuadra de Dorados en la Liga de Ascenso, para enfrentar a los Leones Negros. La “Diegomanía” golpeó desde su arribo al aeropuerto de Guadalajara, cerca de 20 aficionados le esperaban, camisetas de Argentina, camarógrafos, reporteros y celulares intentando captar el momento le acompañaron hasta el autobús que le llevó al hotel de concentración.
Así pues, el 6 de marzo de 2019 Diego Armando Maradona pisó por primera vez el césped del Estadio Jalisco de manera profesional. Apenas salió del vestidor, se asomó, miró a las gradas, avanzó y cruzó con el pie derecho la línea que divide el área técnica de la cancha para arrodillarse y persignarse, un ritual que quedará grabado en la historia.
El juego, la reacción del público ante su presencia y su actitud en la conferencia de prensa frente a una sala superada en capacidad por medios de comunicación ávidos por escuchar sus palabras, son dignos de otro relato.
El Diego ha partido y el mundo del futbol hoy llora su ausencia. Un adelantado a su época con la pelota en los pies ahora descansa en paz, no sin antes haber escrito algunas páginas de su inmenso libro de anécdotas por la perla tapatía.
CGE