El tercer combate entre Canelo Álvarez vs Gennady Golovkin de este próximo sábado 17 de septiembre en Las Vegas, Nevada promete ser uno de los eventos más importantes del año.
Se anunció este miércoles que Carolina Ross, participante de la Voz México serpa quien entone el himno nacional mexicano previo al combate.
"De todo corazón, muchísimas gracias Canelo por creer en el sueño de esta servidora. ALGUIEN PELLÍZQUEME, estoy que no me la creo!!!! ARRIBA MÉXICO", escribió en sus redes sociales.
Carolina Ross fue víctima de bullying
Pero antes a pesar de su belleza y talento desde niña, fue víctima de bullying. Esto lo ha contado ella misma en su canal oficial de YouTube, donde tiene más de 3.3 millones de subscriptores.
A los 7 años, Carolina revela que sus papás se divorciaron y que al solo ver a su padre una vez a la semana comenzó a sufrir de depresión y ansiedad y se refugiaba en la comida.
Sufría de sobrepeso, con hasta 20 kilos de más, por lo cual su madre la inscribió en distintas actividades para que mantuviera su mente ocupada, entre ellas la música.
“Todo el tiempo me insultaban con comentarios, que cómo enfadaba cantando, que quería lucirme, que solo lo hacía por querer ser el centro de atención. Para mis adentros decía ‘yo canto porque me gusta, porque me hace feliz, ¿cuál es el problema?’”, platicó Carolina en otro de sus videos de YouTube.
La joven cantante regional cuenta que ella amaba cantar en la escuela, sobre todo en festivales y que si bien cuando sufría de sobrepeso nadie le hacía caso, ni la molestaban del todo, una vez que empezó a bajar de peso comenzó a sufrir agresión por parte de otras niñas, que incluso hubo violencia y abuso de palabras.
Hasta que en una ocasión las burlas llegaron a oídos de su madre quien fue a defenderla por la gravedad del asunto.
“La gota que derramó el vaso fue que un día la psicóloga de la secundaria hizo un comentario de mí en un salón, que para su mala suerte ahí iba mi primo: ‘¡Ay si, ay sí, soy Carolina Ross! Canto, quiéranme mucho’, ¿podrán creerlo familia? La psicóloga, quien se supondría debería protegerme del acoso escolar estaba hablando así de mí”.
Agregó que: “Mi primo le platicó a mi tía y mi tía le platicó a mi mamá, las dos estaban bien enojadas; a mí nunca me han gustado los problemas y le rogué a mi mamá que no fuera a la escuela, pero no me hizo caso y me defendió. En ese entonces no me daba cuenta de la gravedad de la situación, pero ahora lo entiendo todo”.