En la ceremonia de pesaje al aire libre (alcanzando los 36 grados centígrados de temperatura), en el Toshiba Plaza, arropados por cientos de fanáticos, el campeón indiscutido Saúl Álvarez detuvo la báscula en 174.4 libras en su regreso a la división de los semicompletos a tres años de la última pelea que sostuvo en ese peso.
El Canelo, quien fue apoyado en todo momento por los asistentes, regresa a las 175 libras dispuesto a iniciar el camino por un segundo título indiscutido, hito que no ha logrado ningún boxeador hombre en la historia del boxeo moderno.
Por su parte, Bivol – dueño del supercampeonato avalado por la Asociación Mundial de Boxeo y semicompleto natural – pesó 174.6 libras de cara a la séptima exposición.
Con 57 triunfos, 39 de ellos por nocaut, una derrota y dos empates, Canelo lleva más de ocho años sin perder. A su buen boxeo, su pegada y personalidad, ha agregado una mejor defensa, paciencia y ha hecho cambios en su alimentación, lo cual lo ha convertido en el número uno del pugilismo. Bivol llegará a esta pelea con un récord de 19-0 con 11 nocauts.
Este sábado el mexicano dará el primer paso para intentar acaparar todos los cinturones de los semipesados. De ganar, es probable que rete al ruso Artur Beterbiev, campeón del Consejo Mundial y la Federación Internacional, o al estadunidense Joe Smith Jr, monarca de la Organización Mundial.
Antes de establecerse como rey del peso semipesado, tal vez el tapatío exponga este año sus cinturones del supermedio ante el ruso Gennadiy Golovkin, con quien empató en septiembre de 2017 y a quien venció un año después, en un par de combates de alto nivel.
El de este sábado está rodeado de grandes expectativas porque el mexicano pasa por uno de sus mejores momentos de forma física, pero Bivol lleva paso perfecto de 19 victorias en igual número de peleas y sus 11 triunfos por K.O. son una muestra del poder de sus puños, que tratará de utilizar como arma para derribar al mexicano.
"Creo que puedo ganar, tengo el talento y muchas victorias como amateur y como profesional", aseveró el ruso, apenas cinco meses más joven que el mexicano.
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