Tiger Woods se despidió del Abierto Británico y de uno de sus lugares favoritos en el mundo, el campo de St. Andrews tras fallar el corte con un score de +9.
Woods llegó a las lágrimas al escuchar la ovación de los aficionados en el hoyo 18 y al cruzar el Swilcan Bridge, uno de los lugares más emblemáticos del campo.
Fue un momento que todo aficionado y el mismo Woods no va a olvidar.
Woods, de 46 años de edad, no sabe si esta fue la última vez que jugará el Abierto Británico en este campo.
Cada cinco o siete años este torneo regresa a St. Andrews pero los aficionados dieron una gran ovación a Tiger.
Las reacciones en redes sociales marcaron mucho del segundo día en St. Andrews.