Es de linaje netamente taurino; el apellido lo delata. Ser un 'Llaguno' es sinónimo de torero, de una rica historia ligada a la Fiesta Brava mexicana; sin embargo, el joven Juan Pedro, lejos de sentirse con un estigma, quiere escribir una historia propia.
El diestro queretano, con apenas 22 primaveras, sueña en grande. Descendiente directo del gran Antonio Llaguno González, su bisabuelo, a quien se le recuerda por traer el ganado bravo al país e hijo de Juan Pablo, ex figura taurina, Juan Pedro quiere ser recordado como un matador único... y la corrida de este viernes en la Monumental Monterrey, con motivo de su 85 aniversario, puede ser ese 'trampolín' ideal.
“Participar en este 85 aniversario de plaza es muy importante, muy emocionante para mí. Lo tomo con mucha responsabilidad al llevar poco de alternativa apenas el 29 de enero en la Plaza México y (estoy) muy contento de poder torear por primera vez en Monterrey.
“Había estado en Cadereyta como novillero, pero lo que me han contado es que (el público regiomontano) es muy entregado, muy exigente también, pero cuando te notan la entrega, la pasión y las ganas, siempre se apasionan contigo”, expresó Llaguno Romero.
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¿Qué representa ser un Llaguno, Juan Pedro?
“Lo tomo con mucha alegría y mucha responsabilidad a la vez queriendo crear mi propia historia. Lo que hizo mi familia ahí está y lo digo con mucho orgullo y me siento orgulloso de ser un Llaguno, pero a la vez quiero crear mi propia historia y trascender en la historia, trascender yo como Juan Pedro Llaguno”.
Juan Pedro compartirá cartel con Juan Pablo Sánchez, Gerardo Adame. La ganadería la compondrán bureles de San Miguel de Mimiahuápam. Reto que le gusta al de Querétaro
“Se me hace un cartel muy fuerte, muy importante con dos toreros de los que más torean en el escalafón, de los que siempre salen a darlo todo. Yo espero y creo que sí puede ser una de las tardes más importantes en este inicio de mi carrera como matador de toros”.
Fiel seguidor de figuras como Manzanares, Morante y Perera, Llaguno Romero ha ido asimilando lo que implicó su alternativa, apenas en enero pasado. La Plaza México fungió como presentación siendo Antonio Ferrera su padrino y, como testigo, Juan Pablo Sánchez. Tarde memorable para el diestro.
“Ha sido muy duro y a la vez muy bonito. He disfrutado mucho el proceso, el durante y el después de la alternativa ha sido muy bonito y estoy muy contento de haber logrado lo que he logrado hasta ahora”, compartió.
Rja