El juvenil Elmer Moeller consiguió el primer triunfo para Dinamarca en la Copa Davis en la serie de playoffs del Grupo Mundial l, el temple fue clave para dar la vuelta al partido.
El europeo perdió el primer set y a partir de ahí, comenzó a construir la victoria por parciales de 7-5, 6-2 y 6-2 ante el representante mexicano Ernesto Escobedo.
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‘Neto’ tuvo un arranque energético con la responsabilidad de conquistar el primer triunfo que marcara para México la pauta en el comienzo de la competencia, con cinco games disputados, el tricolor logró ponerse arriba en el conteo 4-1.
Pero el entorno no ayudó, las distracciones constantes que provocó el publico pasaron factura ante un rival que se crecía conforme pasaron los minutos. Ante las fallas repetitivas, Elmer Moeller presionó a su rival consiguiendo escalar en el marcador hasta igualar la cuenta a cuatro, obligando a que el partido comenzara a tomar rumbo en el toma y daca.
Por cada buena decisión, Escobedo se atrasaba con un error, la elevación de la pelota se convirtió en un problema pues repetitivamente sus intentos quedaron estampados en la red. Padeciendo, ‘Neto’ recuperó el control lo suficiente para asegurar el primer parcial a su favor y tomar la delantera con un sufrido 7-5.
Para el segundo set, Moeller continuó con la misma tónica y consiguió irse arriba por dos juegos. La novedad fue ver al mexicano perder el miedo a bajar a la red consiguiendo mitigar el ataque de su rival o por lo menos alargar la definición del punto que le permitiera aparecer en el marcador.
El camino fue relativamente fácil para el danés, pero con el empate casi en la bolsa, vino un ligero titubeo que fue bien aprovechado por Escobedo que en menos de dos minutos definió su segundo punto, pero la reacción no fue suficiente y se vio igualado por su rival a un set.
El mexicano fue perdiendo terreno ante las demandas físicas que exigía Moeller y aunque fue más certero en los tiros largos, el físico le pesaba y los desplazamientos fueron cada vez más complicados lo que a su vez se reflejó en su estado mental.
La definición del partido comenzó con un disputado empate a un game, pero la precisión y temple de Moeller rindió frutos, desde la red, con tiros cruzados que dejaban a su contrincante sin oportunidad de retroceder o respondiendo desde la linea de fondo; prácticamente todo le salió bien.
JB