Las Grandes Ligas entran al fin de semana más importante que han tenido en su historia, mínimo en prácticamente, en casi 30 años.
Se pudiera decir que jugadores y dueños podrían están entrando a la novena entrada del partido más crucial de la industria.
El cierre patronal ya ha durado 80 días y los dueños establecieron la semana pasada que se tenía hasta el 28 de febrero para que llegarán a un nuevo acuerdo colectivo laboral de lo contrario
Además hace dos días, los dueños volvieron a dejar en claro que de no haber nada resuelto para el próximo lunes, que los partidos se cancelarían, no se reprogramarían y los jugadores no serían pagados.
Ante la urgencia impuesta por la Liga, la Asociación de Jugadores de MLB y los dueños se han juntado los cuatro días de esta semana pero no han progresado nada en lo que más les importa: en lo económico.
Ante el ultimátum y amenaza de los dueños de cancelar juegos y por ende no pagarle a los jugadores, la Asociación les responde que entonces declinarían el incrementar los juegos de postemporada, al igual los patrocinios en los uniformes.
Claro los jugadores ven esa situación como van aumentar los ingresos y no vas a pagar según corresponda entonces rechazamos los otros puntos.
La última propuesta de los dueños de salario mínimo representa la separación económica que hay.
Las Grandes Ligas estaría incrementando el salario mínimo en el 2022 de 570 mil 500 dólares a 640 mil dólares. Pero en cada uno de los cinco años después sólo aumentaría 10 mil de dólares.
Mientras los jugadores están pidiendo mucho más que eso e incremento en cada campaña.
Los argumentos de los jugadores ante es que en la propuesta de los dueños continuaría siendo en promedio el salario más bajo de las cuatro ligas más importantes de Estados Unidos que son la NFL, NBA, NHL y MLB.
Además que el incremento que sugiere la MLB no va de acuerdo con el porcentaje de inflación proyectada.
Los jugadores no han empezado a perder dinero ya que no se les paga por Spring Training. La pregunta: ¿es cuánto dinero están dispuesto a perder tanto los jugadores y los dueños y a costa de qué?
Porque la verdad es no importa los argumentos que tengan ambas partes y quien tenga la razón. A los aficionados no les importa. Ellos quieren ver su beisbol y el daño podría ser irreparable.