El kitesurfista nacido en Estados Unidos, Jackson James Rice, que iba a representar a Tonga en los Juegos Olímpicos de París 2024, murió en un accidente de buceo.
El kitesurfista , quien se preparaba para hacer historia representando a Tonga, país del continente Oceanía, en los venideros Juegos Olímpicos de París 2024, perdió la vida en un trágico accidente de buceo ocurrido el pasado sábado en las costas de Faleloa, una isla perteneciente al archipiélago de Ha'apai en Tonga.
Fue el propio padre de Rice, Darren Rice, quien confirmó con profundo dolor la devastadora noticia al periódico local Matangi Tonga el lunes. De haberse concretado su participación en París 2024, Jackson James se habría convertido en el primer atleta caucásico en representar a Tonga en la justa olímpica, un hito histórico que lamentablemente quedará trunco ante esta irreparable pérdida.
Según los reportes, el joven se encontraba buceando en apnea desde un barco cuando sufrió un presunto apagón en aguas poco profundas. A pesar de los desesperados intentos por reanimarlo, los esfuerzos resultaron infructuosos ante la gravedad del incidente.
"Fui bendecida con el hermano más increíble del mundo y me duele decir que falleció", expresó entre lágrimas Lily, la hermana de Rice, en una desgarradora publicación en Facebook. "Era un increíble kitefoiler y habría llegado a los Juegos Olímpicos y habría salido con una gran medalla brillante. Hizo muchísimos amigos increíbles en todo el mundo", escribió.
Pese a haber nacido en Estados Unidos de padres británicos, Jackson James Rice forjó un vínculo indisoluble con Tonga desde su más tierna infancia al crecer en Ha'apai, donde sus progenitores operan un albergue turístico. Fue precisamente este arraigo lo que lo llevó a tomar la decisión de representar a la nación insular en la próxima cita olímpica de París 2024.
En el evento Sail Sydney celebrado en diciembre pasado, Rice selló su clasificación a los Juegos al finalizar octavo, convirtiéndose así en el primer exponente del Fórmula Kite olímpico de Tonga. Esta nueva e innovadora disciplina, que verá su debut absoluto en París 2024, promete convertirse en una de las más emocionantes y espectaculares al reunir a intrépidos atletas que navegan a increíbles velocidades sobre tablas impulsadas por cometas.
Con su flamante clasificación en el bolsillo, el joven prodigio de 18 años había estado entrenando y compitiendo recientemente en Europa, preparándose al máximo nivel para su esperada participación olímpica, en la cual soñaba con conseguir alguna medalla.