Omar Bravo se dice feliz porque la vida le está sonriendo, pero su felicidad va más allá de su regreso al futbol.
Su madre superó el cáncer de mama, su hijo está bien de salud y lo puede ver jugar al futbol de manera profesional, pero hoy el motivo de la alegría es otro, su regreso a las canchas después de aquella Supercopa ante Veracruz, y se dice feliz y bendecido por estar jugando a nivel profesional.
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"Sí, cómo no, aún así regresando del retiro nunca voy a huir de mi responsabilidad, me siento muy feliz, porque estuve parado por mucho tiempo y me siento muy feliz mi mamá superó el cáncer y mi hijo quiero que me vea jugar y bien y darle hasta donde tope, esto va empezando, queda Copa, queda Liga y quiero logar algo. Le daré hasta donde tope", dijo Bravo.
El mochiteco agregó que lo pensó mucho, que cuando a él lo invitaron a integrarse como jugador le surgieron dudas, pero que lo que lo motivó a aceptar fue que siempre tuvo una carrera sin lesiones graves.