Dentro de un helicóptero Bell 407 aterrizó el astro del futbol, Edson Arantes do Nascimento, 'Pelé', en la ciudad de Puebla en noviembre del año 2007, por invitación de la Fundación Gente Nueva, organización internacional que promovía los valores humanos en los jóvenes.
En el lugar de llegada, el Jardín las 3 Marías en Zavaleta, un grupo de empresarios encabezados por Fernando Ariza y la familia Ventosa, ya esperaban al futbolista, quien se detuvo pocos momentos para saludarles y emprender la salida hasta el Tercer Patio del Edificio Carolino, donde se realizó una comida con estudiantes distinguidos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Buap), deportistas, y el cuerpo académico encabezado por el entonces rector Enrique Agüera Ibañez.
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Luego de la comida, el "Rey Pelé" recibió un reconocimiento "Por su destacada trayectoria deportiva y por su apoyo a causas sociales.", después vistió una chamarra azul y oro, que eran los colores oficiales de los equipos deportivos Lobos BUAP, posteriormente, sostuvo un breve discurso en el que resaltó el valor de la educación y el deporte como ejes para cambiar el mundo.
"Esperemos que nuestros hijos tengan un mundo mejor", finalizó el máximo goleador en la historia del fútbol.
Con retrasos en cada una de las actividades programadas para aquel día, debido a una demora inicial en el vuelo en el que arribó a la Ciudad de México, el brasileño se mostró de buen humor en todo momento, pese a presentar un derrame en el ojo izquierdo.
Más tarde y custodiada por una docena de guardaespaldas, la comitiva se trasladó al Complejo Cultural Siglo XXI, ubicado en donde hoy se encuentra el Auditorio Metropolitano, donde lo esperaban los entusiastas jóvenes de la fundación Gente Nueva, con quienes convivió poco más de 45 minutos, y a quienes permitió realizarle 5 preguntas, dinámica en la que además recibieron un balón autografiado por el astro en ese mismo instante.
El acto culminó con la entrega de varias sillas de ruedas para jóvenes discapacitados y cuadripléjicos, además de algunos abrazos y palmadas que brindó Pelé a quienes lograron burlar la seguridad.
ERV