Después de superar el COVID-19, la leyenda de la lucha libre mexicana, L.A. Park, volvió a los encordados donde el pasado fin de semana se enfrentó a jóvenes gladiadores como Tóxico, Miedo Extremo y el Hijo de Fishman, quienes le mostraron toda su admiración pero también le lanzaron varios retos.

Al término de dicho combate, L.A. Park platicó con los medios presentes en la Arena López Mateos, donde reveló que aún le cuesta sostener la respiración debido a las secuelas que le dejó el coronavirus, la cual, lo mantuvo cuatro días de auténtica pesadilla mientras estuvo convaleciente, tiempo en el cual, confesó, pedía a Dios que lo dejara descansar en paz. 

“Estuvo muy fuerte, yo sí pensé que me iba a morir, sinceramente fueron cuatro días lo que sufres, pero esos cuatro días yo empecé a decirle a Dios, ‘ya llévame’ porque no tienes aire, es molesto, te desesperas por muy fuerte que seas que sí le pides a Dios ‘llévame, ya me cansé’", dijo el luchador.

L.A. Park se salvó gracias a sus fans

Mientras L.A. Park sufría por el COVID-19, recibió varias llamadas de amigos y familiares, las cuales revela, a pesar de que no podía contestar, fueron de gran ayuda para su recuperación, al igual que las oraciones de sus fanáticos.

“Pero mira, lo que sí me di cuenta que mucha gente oró por mí y yo creo que esas oraciones de mi gente, de mi pueblo, por eso Dios no me llevó, porque sí estuve cuatro días sin contestar el celular y sí tuve como 3 mil mensajes”, finalizó. 

DP