Visitar la cancha de Morelia parecía un buen escenario para que Rayados comience a tomar confianza, por si es que no fue suficiente remontar de 0-2 a 3-2 contra León en la fecha anterior, terminaron por conseguir el triunfo 0-1 pero el trámite fue más difícil de lo que parecería.
A ritmo lento
Durante el primer tiempo hubo una oportunidad para Funes Mori pero sacó un remate muy elevado, después Aristeguieta tuvo el 1-0 para Morelia pero Barovero hizo una gran atajada gracias a su ubicación, luego otra oportunidad para Rogelio rematando de cabeza, pero también salió desviado.
El ritmo del juego había sido demasiado lento, las transiciones con secuencias de pase no permitía que viéramos los contragolpes que a la mayoría les agradan, hubo 64% de posesión para Rayados, lograron 7 remates y solo uno al arco, mientras que Monarcas tiró en 8 ocasiones y un par de ellas fue con dirección de gol.
Fue a los 44 minutos cuando el partido cambió totalmente: expulsaron a Jorge Martínez por doble amarilla, el cambio de Torrente fue meter a Ortíz por Edison Flores, metió a un defensor y sacó al atacante más técnico, y quedó su sistema 4-4-1.
Era Aristeguieta contra el mundo para todo el segundo tiempo, era impensable que Morelia con eso fuera a poder ganarle a Monterrey.
Complejo y frustrante
Parecía ser muy claro que al cuerpo técnico de Monarcas no le interesaba demasiado ir a buscar el gol, la mayor parte de sus aproximaciones al arco rival fue mediante acciones a balón parado hasta los últimos minutos, pero en su 4-4-1 complicó demasiado a Rayados.
A los 59 minutos, salió Nico Sánchez para que ingrese César Montes porque el argentino salió con una dolencia. Para ese momento Monterrey estaba todo volcado hacia arriba, y Morelia sabía que lo que debía hacer era aguantar, nada más, tenía que defender el área.
Había que evitar ser goleados y lo lograron, sacar un empate ya iba a hacer mucho premio, pero tenían que destruir antes que empezar en construir cualquier cosa.
Rayados ajustó su estructura de juego a un 2-3-3-2 que cuando se adelantaron los centrocampistas, prácticamente quedaba como 2-3-5, estuvieron acomodados de la siguiente forma.
Marcelo Barovero
César Montes - Stefan Medina
Miguel Layún - Celso Ortíz- Jesús Gallardo
Maximiliano Meza - Carlos Rodríguez - Dorlan Pabón
Rodolfo Pizarro - Rogelio Funes Mori
Cambiaron a Pabón de banda para que fuera de izquierda al centro, Meza participó cargado a la derecha e incluso puso un centro que Funes Mori alcanzó a rematar, pero salió apenas desviado.
Eran muy importantes los movimientos de los laterales, ya fuera que ocuparan todo el carril, aunque prácticamente no defendieron, o bien interiorizando su posición para agrupar gente y pases por dentro. Si Rayados quería lanzar centros desde la banda, tenía que dar pases por dentro para generar mano a mano por los costados.
Tenían que abrir el repliegue de Morelia y Diego Alonso hizo lo correcto: ubicó a sus jugadores en una estructura para acaparar todo el campo rival, y evidentemente las secuencias de pase eran más largas, tenía que haber más paciencia, el peor enemigo contra un equipo que se encerró es desesperarse.
Había un riesgo de perder la pelota y sufrir contraataques, porque Medina y Montes estaban prácticamente en media cancha, pero tenían que asumirlo y lo hicieron de buena forma.
La banca estaba delgada, pero Alonso decide meter a Eduardo Banda sacando a Carlos Rodríguez para ocupar el área, era la única función, y afortunadamente Pabón mandó un centro desde la derecha (ocupando la zona de Layún), llega a Banda, baja el balón para Layún (en la zona que dejó Rodríguez) y sacó un remate que significó el gol.
La decisión correcta
Rayados pudo empatar el partido o perdido por algún contragolpe, pero la decisión del entrenador era la correcta aunque no hubiesen ganado. Afortunadamente encontró la anotación que le dio los 3 puntos.
AZ.