El técnico Dick Advocaat no tira la toalla, aunque su principal figura, Arjen Robben, ve imposible que la selección holandesa logre el milagro de vencer a Suecia por siete goles. La Oranje se prepara ya para un doloroso adiós a Rusia 2018 y la despedida de toda una generación de futbolistas.
"Dejaría la calculadora en casa. Hay que ser realistas. No es posible vencer a Suecia con esas cifras", dijo un frustrado Robben tras la victoria por 3-1 en Bielorrusia el sábado.
El seleccionado holandés está ya virtualmente fuera del Mundial: solo una victoria por siete o más goles de diferencia el martes en Ámsterdam ante Suecia permitiría al finalista de Sudáfrica 2010 y semifinalista de Brasil 2014 acceder a una repesca y mantener las esperanzas de dar el presente en Rusia.
El triunfo sueco por 8-0 ante Luxemburgo el sábado prácticamente condenó a Holanda, que cuenta con tres puntos menos y una diferencia de gol mucho peor que los escandinavos (+7 por +19).
Advocaat, pese a todo, intenta convencer a sus jugadores de que es posible. "La realidad es que será muy difícil, pero el partido aún no se ha jugado", dijo el entrenador. "Es posible. ¿O acaso la victoria de Suecia por 8-0 fue imposible?".
Lo más probable, sin embargo, es que toda una generación de futbolistas diga adiós el martes en Ámsterdam. Junto con Robben, también figuras como Wesley Sneijder y Robin van Persie podrían dejar el seleccionado tras un traspié que se suma a la ausencia en la Eurocopa de Francia 2016.
"Primero Suecia, después veremos", dijo sin demasiados ánimos de profundizar Robben, que tiene 33 años y es el último superviviente del equipo que perdió ante España la final del Mundial en 2010. Tampoco Advocaat, quien tiene 70 años y reemplazó meses atrás a Danny Blind con el objetivo de salvar la clasificación, se salvaría. Tres mandatos en la Oranje parecen suficientes.
La prensa holandesa pide una refundación en el seleccionado masculino. "La crisis es muy profunda. Holanda debe volver a aprender a jugar al fútbol", analizó hoy el diario "De Volkskrant". "Holanda no es un equipo", coincidió "De Telegraaf".
La más que probable ausencia en Rusia, en rigor, no tomó por sorpresa a los aficionados holandeses, que ya digerían desde hace meses la posibilidad en una eliminatoria que venía torcida. Hoy, la referencia es el equipo femenino, que se consagró este año campeón europeo.
"No hemos perdido aquí el boleto al Mundial, sino en los últimos meses", reconoció Robben. En el país de "Fútbol Total" y figuras de la talla de Johan Cruyff, Ruud Gullit, Van Persie y Robben, los holandeses parecen estar ya acostumbrándose a mirar desde afuera los grandes eventos.