La selección de Rusia se impuso (3-1) a Egipto en el segundo partido para ambos en el Mundial, un encuentro en el que el conjunto anfitrión selló virtualmente su billete para octavos de final, que será matemático si Uruguay puntúa ante Arabia Saudí, mientras que Egipto necesita, tras esta derrota, que el combinado asiático gane al cuadro charrúa para seguir con opciones remotas.
Los de Stanislav Cherchesov no aflojaron en su segundo compromiso. Después de arrollar (5-0) a Arabia Saudí en el choque inaugural, el anfitrión continuó con su velocidad de crucero para tocar con la punta de los dedos los octavos de final.
Un gol de Ahmed Fathy en propia meta abrió la lata. Denis Cheryshev siguió en estado de gracia marcando el segundo y Artem Dzyuba cerró el resultado para dejar contra las cuerdas a Egipto, que maquilló el resultado con el tanto de Mohamed Salah de penalti.
Ni con la vuelta del jugador del Liverpool, lesionado en la pasada final de la Liga de Campeones, los de Héctor Cúper pusieron en aprietos a los locales, que se sobrepusieron a bajas como la de Alan Dzagoev.
Rusia fue a por el encuentro desde el primer momento, aunque con ocasiones carentes de peligro de Roman Zobnin y Sergey Ignashevich. Aleksandr Golovin, que ya marcó en el primer partido, tuvo la mejor con un disparo ligeramente desviado.