Sin sus estrellas, Bélgica iguala con Costa de Marfil

Los combinados nacionales empataron 1-1 con goles de Michy Batshuayi y Franck Kessié.

Sin sus estrellas, Bélgica iguala con Costa de Marfil
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 La selección de Bélgica, que se adelantó con un gol de Michy Batshuayi en el minuto 53, no pudo prolongar su dominio y salió peor parado de la rotación de jugadores introducida por ambas escuadras en la segunda parte que no favoreció a los de Roberto Martínez, por lo que un penalti ejecutado por el marfileño Franck Kessié puso el empate al filo del pitido final.

Fue un encuentro que de amistoso solo tuvo el nombre. Las treinta faltas que se pitaron, 20 de Bélgica y diez de Costa de Marfil, provocaron la interrupción continua del juego. Aunque la pelota rodó rápido, las ocasiones claras brillaron por su ausencia y, cuando llegaron las de los “Diablos Rojos, apenas las aprovecharon.

El español Roberto Martínez no pudo contar ni con Thibaut Courtois, declarado como no apto por los servicios médicos belgas, ni con Eden Hazard, que ni siquiera fue convocado por una lesión muscular.

El seleccionador de Bélgica eligió a Simon Mignolet para sustituir al portero madridista e hizo debutar a Zinho Vanheusden y Alexis Saelemaekers, en un once de los “Diablos Rojos” poco habitual. En el lado de Costa de Marfil, el francés Patrice Beaumelle se estrenaba en su cargo como seleccionador.

La primera parte fue de ida y vuelta, con un mayor control de pelota por parte de Bélgica en la primera media hora, pero sin ocasiones claras. Los locales dominaban el juego y llegaban tímidamente a la portería y el debutante Saelemakers, del Milan, lo intentó con disparos lejanos y desviados.

Batshuayi estuvo en la primera parte más voluntarioso que efectivo y en el minuto 31, en una falta al borde del área, disparó por encima del larguero como si se tratase de un partido de rugby.

Conforme se acercaba el descanso, los belgas le cedieron el control del esférico a Costa de Marfil, que se creció a base de intercepciones y ataques por la izquierda y derecha. Ninguno fue determinante, al arquero Mignolet apenas tuvo trabajo en realidad, pero los hombres de Martínez se embotellaron atrás y sufrieron para repeler los ataques.

Bélgica adelantó las líneas al comienzo de la segunda mitad con una de cal y otra de arena. La de cal, que cuando los marfileños tiraban de pases largos, los locales se las veían y deseaban para neutralizar las avanzadas. La de arena, que rompieron la dinámica de control de Costa de Marfil.

Los frutos llegaron en el minuto 52. Un rápido avance de Saelemekers por la banda derecha dejó atrás a su marcador, centró la pelota a media altura y Batshuayi disparo como le vino. El arquero marfileño la repelió, pero el rebote le volvió a caer al delantero del Crystal Palace y a la segunda no perdonó.

El gol le dio impulso a los “Diablos Rojo” y Leandro Trossard estuvo a punto de marcar el segundo poco después, pero no terminó de engancharla. Los visitantes por su parte parecían dejarse llevar.

La dinámica a favor de los belgas se torció con el carrusel de cambios introducidos por los seleccionadores de ambos combinados. Una buena intervención del guardameta belga Van Crombrugge, que acababa de entrar, evitó un buen disparo marfileño sobre el minuto 74.

Casi al final del partido, otro recién aterrizado en el césped cometió el error de la noche. Sebastiaan Bornauw llevaba unos diez minutos jugando cuando agarró la camiseta y empujó a un atacante marfileño. El árbitro lo vio, pitó penalti y Kessié engañó al guardameta belga desde los once metros en el 87.

Los minutos de descuento no dieron para más. Jarro de agua fría para los “Diablos Rojos”, que deberán mejorar su juego y sacar un once más potente en los próximos encuentros de la Liga de las Naciones contra Inglaterra e Islandia.

AM

 La selección de Bélgica, que se adelantó con un gol de Michy Batshuayi en el minuto 53, no pudo prolongar su dominio y salió peor parado de la rotación de jugadores introducida por ambas escuadras en la segunda parte que no favoreció a los de Roberto Martínez, por lo que un penalti ejecutado por el marfileño Franck Kessié puso el empate al filo del pitido final.

Fue un encuentro que de amistoso solo tuvo el nombre. Las treinta faltas que se pitaron, 20 de Bélgica y diez de Costa de Marfil, provocaron la interrupción continua del juego. Aunque la pelota rodó rápido, las ocasiones claras brillaron por su ausencia y, cuando llegaron las de los “Diablos Rojos, apenas las aprovecharon.

El español Roberto Martínez no pudo contar ni con Thibaut Courtois, declarado como no apto por los servicios médicos belgas, ni con Eden Hazard, que ni siquiera fue convocado por una lesión muscular.

El seleccionador de Bélgica eligió a Simon Mignolet para sustituir al portero madridista e hizo debutar a Zinho Vanheusden y Alexis Saelemaekers, en un once de los “Diablos Rojos” poco habitual. En el lado de Costa de Marfil, el francés Patrice Beaumelle se estrenaba en su cargo como seleccionador.

La primera parte fue de ida y vuelta, con un mayor control de pelota por parte de Bélgica en la primera media hora, pero sin ocasiones claras. Los locales dominaban el juego y llegaban tímidamente a la portería y el debutante Saelemakers, del Milan, lo intentó con disparos lejanos y desviados.

Batshuayi estuvo en la primera parte más voluntarioso que efectivo y en el minuto 31, en una falta al borde del área, disparó por encima del larguero como si se tratase de un partido de rugby.

Conforme se acercaba el descanso, los belgas le cedieron el control del esférico a Costa de Marfil, que se creció a base de intercepciones y ataques por la izquierda y derecha. Ninguno fue determinante, al arquero Mignolet apenas tuvo trabajo en realidad, pero los hombres de Martínez se embotellaron atrás y sufrieron para repeler los ataques.

Bélgica adelantó las líneas al comienzo de la segunda mitad con una de cal y otra de arena. La de cal, que cuando los marfileños tiraban de pases largos, los locales se las veían y deseaban para neutralizar las avanzadas. La de arena, que rompieron la dinámica de control de Costa de Marfil.

Los frutos llegaron en el minuto 52. Un rápido avance de Saelemekers por la banda derecha dejó atrás a su marcador, centró la pelota a media altura y Batshuayi disparo como le vino. El arquero marfileño la repelió, pero el rebote le volvió a caer al delantero del Crystal Palace y a la segunda no perdonó.

El gol le dio impulso a los “Diablos Rojo” y Leandro Trossard estuvo a punto de marcar el segundo poco después, pero no terminó de engancharla. Los visitantes por su parte parecían dejarse llevar.

La dinámica a favor de los belgas se torció con el carrusel de cambios introducidos por los seleccionadores de ambos combinados. Una buena intervención del guardameta belga Van Crombrugge, que acababa de entrar, evitó un buen disparo marfileño sobre el minuto 74.

Casi al final del partido, otro recién aterrizado en el césped cometió el error de la noche. Sebastiaan Bornauw llevaba unos diez minutos jugando cuando agarró la camiseta y empujó a un atacante marfileño. El árbitro lo vio, pitó penalti y Kessié engañó al guardameta belga desde los once metros en el 87.

Los minutos de descuento no dieron para más. Jarro de agua fría para los “Diablos Rojos”, que deberán mejorar su juego y sacar un once más potente en los próximos encuentros de la Liga de las Naciones contra Inglaterra e Islandia.

AM

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