Desgarrada por la guerra civil, la selección nacional de fútbol de Siria está unida ahora en busca de un puesto en la Copa del Mundo del año próximo.
Los sirios nunca se han clasificado para el máximo certamen del fútbol, pero se enfrentarán con Australia en un playoff de ida y vuelta a partir de esta semana. Si ganan, tendrán que imponerse en otro repechaje intercontinental a un equipo de la CONCACAF _ posiblemente Estados Unidos _ para avanzar a la Copa del Mundo en Rusia.
Imposibilitados de jugar en casa a causa de la guerra, los sirios “recibirán” a Australia en Malacca, Malasia, el jueves, en el duelo de ida. El de vuelta será el martes en Sydney.
De la misma forma en que la nación ha sido dividida por la guerra y el apoyo a la oposición o al presidente Bashar Assad, el equipo nacional también ha sido dividido. Algunos jugadores se perdieron importantes partidos de las eliminatorias hasta hace poco, pero las cosas parecen estar mejorando.
Firas Al Khatib se había ausentado del equipo hasta inicios de este año, cuando regresó junto con Omar al-Soma. Ninguno de los dos dio razones para el fin de su ausencia, excepto para decir que está relacionado con el deporte, no con la política.
"Lo importante es que el equipo está determinado a tratar de clasificarse para la Copa del Mundo”, dijo el delantero sirio Omar Khribin en declaraciones a The Associated Press. "Hemos jugado contra equipos muy fuertes, como Corea del Sur, Irán e Uzbekistán. Competimos bien contra ellos y probamos que somos también un equipo fuerte”.
Siria era considerado un improbable candidato a la clasificación al inicio de la tercera ronda, y sus dos goles en sus siete primeros partidos parecieron confirmar el pronóstico.
Pero tras comenzar como un plantel que se dedicaba a cuidar su arco, el equipo se volvió más ofensivo. El regreso de al-Soma y Al Khatib marcó la diferencia, al darle a Siria una de las delanteras más peligrosas en Asia. Entre los dos han anotado siete goles en los últimos tres partidos.
Dos de esos goles se produjeron en el decisivo último partido contra el ganador del Grupo A, Irán, en Teherán, cuando al-Soma anotó en tiempo de descuento para asegurar un empate 2-2 contra un equipo que no había permitido goles en sus nueve duelos previos en las eliminatorias.
"Hemos trabajado muy duro en las eliminatorias para la Copa del Mundo”, dijo Khribin. “El espíritu del equipo es muy bueno. Sabemos que nos queda por hacer, pero estamos listos para lo que suceda”.