El español Rafael Nadal aseguró que el serbio Novak Djokovic será el favorito en el duelo de cuartos de final de Roland Garros, algo que solo ha sucedido en otra ocasión, en 2015 en ese mismo escenario.
"Yo vengo de una situación que no es la ideal, pero son partidos especiales en un escenario único. Tengo ilusión por jugar ese partido. Al igual que en 2015, él es claramente favorito. Las otras veces que hemos jugado aquí o yo era el favorito o estaba al 50-50", dijo el español tras derrotar en octavos de final al canadiense Felix Auger-Aliassime, 3-6, 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3.
Nadal consideró que el serbio encadena nueve victorias consecutivas, tras ganar el pasado torneo de Roma, y que ha llegado a cuartos sin perder un set, lo que le da mucha confianza.
"Pero acepto la situación y voy a pelear. Tras el torneo de Roma no sabía ni siquiera si podría estar aquí. Ahora estoy contento de estar, aunque cada partido aquí puede ser para mi el último", indicó.
En ese sentido, señaló que le gustaría que el duelo contra Djokovic no fuera en el turno de noche, porque si fuera el último quiere despedirse de su torneo favorito en un duelo de día.
Nadal aseguró que trabajará para estar al máximo contra Djokovic, dijo desconocer si su nivel actual es suficiente, pero afirmó que se inspirará en el tramo final de su duelo contra Auger-Aliassime, cuando cree que tuvo el nivel de agresividad adecuado para poder avanzar.
"Es un buen botón de muestra. Tengo que intentar tener una agresividad similar, no como la que tuve en otros momentos del partido. Tengo que jugar sin altibajos", señaló.
Confesó que con la poca continuidad que ha tenido, le hubiera gustado tener otro rival de menos entidad que el número 1 del mundo en cuartos de final.
El español reconoció que durante muchas fases de su partido de octavos no jugó bien, pero se mostró satisfecho de la victoria y de haber aguantado bien un duelo a cinco sets.
En ese sentido, dijo estar bien físicamente y consideró que no siente una fatiga particular por el maratón de más de cuatro horas y 20 minutos al que le sometió el canadiense.
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