El año pasado, la Final de la Champions League se disputó en Cardiff entre el Real Madrid y la Juventus y justo al término del partido, familiares y aficionados saltaron al terreno de juego, ocasionando un caos incluso antes del festejo.
Por ello, en esta ocasión, la UEFA prohibió a los equipos finalistas festejar con sus familiares y amigos antes de la ceremonia oficial de la celebración. Aseguran que la orden es clara y hasta que Aleksander Ceferin no entregue la Copa de campeón se debe controlar el acceso al césped.