Tras finalizar la final de ida del futbol mexicano entre Santos Laguna y los Diablos Rojos del Toluca, las luces del Estadio Corona se apagaron por completo para dejar sólo las luces de los celulares de la afición, quienes previamente habían encendido las linternas luego de que una torre del recinto lagunero se apagara sorpresivamente.
Ya en la penumbra, la afición entonó con enjundia el himno del equipo verdiblanco, lo que dejó como resultado un momento vibrante para todos los asistentes a la gran final.