La actividad correspondiente al Grupo B de la Copa del Mundo de Rusia 2018 arrancó con el choque entre Marruecos e Irán sobre la cancha del Zenit de San Petersburgo.
Ambas selecciones comparten el sector con Portugal y España, los últimos dos campeones de Europa, quienes saltan como los favoritos para avanzar a la siguiente ronda; ante esto, tanto para marroquíes como para iraníes, el duelo contenía una especial importancia, puesto que los tres puntos del partido representaban gran parte de sus aspiraciones para poder clasificar.
El temor a equivocarse, quizá, fue lo que imperó en ambos cuadros; sin embargo, éste se mostró en la cancha en el momento menos indicado, puesto que al minuto 94 Bouhaddouz anotó en propia puerta para el 0-1 final.
En el arranque, Marruecos se mostró muy superior a Irán, desplegando un buen futbol por las bandas, ejerciendo presión desde la salida y recuperando en media cancha; sin embargo, tras 25 minutos, este dominio se fue diluyendo. Por su parte, la selección de medio oriente tuvo la jugada más clara de todo el partido, luego de que Azmoun, al 44, fallara en un mano a mano contra Monir, arquero contrario.
El segundo tiempo quedó marcado por un juego ríspido y muy físico, lo que hizo que las lesiones se hicieran presentes, sobre todo las de Noureddine Amrabat, quien recibió un fuerte golpe por el que cayó noqueado, y la de Jahanbakhsh, uno de los mejores jugadores de Irán.
Cuando parecía que el empate a cero se quedaría en la pizarra, en un tiro de esquina en favor de los Príncipes de Persia cambió todo, ues Bouhaddouz anotó en propia puerta y le dio los ansiados tres puntos al cuadro rival.