La selección argentina aterrizó este sábado por la noche en Moscú como una de las favoritas a hacerse con el título en Rusia 2018 pero con varios contratiempos recientes que han hecho saltar las alarmas, tras cancelar su último amistoso ante Israel y perder a Manuel Lanzini por una grave lesión.
Los de Jorge Sampaoli desembarcaron en el sureste de la capital rusa con un poco de retraso, alrededor de las 22:35 horas locales (14:35 horas tiempo del centro de México), en un avión de los Rolling Stones procedentes de Barcelona bajo un fuerte control policial, para desplazarse a continuación a su campamento base en el Bronnitsy Training Centre, donde esperaban decenas de curiosos para recibir al combinado sudamericano.
Su búnker aguardaba a los finalistas de Brasil 2014 con todo listo para que Lionel Messi y el resto de la disciplina albiceleste pueda concentrarse únicamente en su verdadero objetivo: ganar el Mundial.
"He estado en cinco Mundiales y este es el mejor lugar porque tiene todo: las habitaciones son cómodas, el lugar que tiene el cuerpo técnico, la utilería... tienen todo, nunca hubo un lugar así para la selección", le confesó el viernes a la AFP Omar Souto, gerente de Selecciones.
- Arcos y flechas -
Las instalaciones, de unos 9 mil 800 metros cuadrados que bordean el Río Moscú, cuentan con pileta, jacuzzis, gimnasios, saunas, campos de juego y un salón de recreo donde los jugadores podrán divertirse gracias a varios futbolines, mesas de ping pong, dardos, arcos con flechas de ventosas, campos de bádminton, de futvóley, una pista de pádel e, incluso, un proyector gigante para jugar Play Station.
Tras sucumbir ante Alemania en la prórroga hace cuatro años en Brasil (0-1), Argentina aspira de nuevo a levantar un título que se le resiste desde México 1986.
No en vano, cuenta con un Lionel Messi en sus filas que cumplirá 31 años en pleno torneo (el 21 de junio) y que está ante, quizás, su última oportunidad de ser campeón del mundo en su cuarta participación.
- Percances y dudas -
Argentina puso los pies en Rusia luego de una preparación atípica y con bajas de última hora, con un único partido amistoso previo al campeonato tras la suspensión de su choque ante Israel en Jerusalén por motivos políticos y la ausencia conocida el viernes de Lanzini por una grave lesión.
Enzo Pérez, volante de River Plate, sustituirá finalmente al futbolista del West Ham United inglés.
"Ahora debo despertar un poco del sueño", dijo el jugador al canal TyC Sports poco después de conocer la noticia.
La Albiceleste, que perdió 1-6 ante España a fines de marzo en su último partido ante un rival directo por el título, solo se habrá probado en las últimas semanas ante la débil Haití, a la que derribó por 4-0, antes de debutar el próximo 16 ante Islandia. El 21 se medirá con Croacia y el 26 con Nigeria por el Grupo D.
Y no lo podrá hacer con Lanzini, quien se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha cuando apuntaba a titular, ni con su primer arquero, Sergio Romero, también con problemas en la misma zona y desafectado a finales de mayo.
Así, con escaso kilometraje y averías de última hora, Sampaoli pondrá su maquinaria a trabajar a máximo rendimiento desde el domingo por la tarde. Con dudas y un equipo aún por definir pero con la garantía de tener al volante a Lionel Messi.