La historia de Mariana Arceo representa fielmente el cumplimiento de un sueño.
En Guadalajara 2011, con apenas 17 años, Arceo fue voluntaria de los Juegos Panamericanos y ayer se convirtió en la primera mexicana en ganar la medalla de oro desde que el pentatlón moderno forma parte de esta competición.
“En 2011 ya hacía pentatlón moderno, pero no a mi actual nivel, y así llegué a ofrecerme como voluntaria y admiré a todos los deportistas que ayudé en los diferentes deportes. Puedo decir que he vivido los Juegos Panamericanos de las dos partes. Veía que los atletas la pasaban muy bien y yo quería ser como ellos, tenía el deseo y el anhelo de algún día poder estar ahí. El trabajo del día a día me permitió ahora estar aquí, en lo más alto del podio", señaló Arceo bastante emocionada.
La pentatleta mexicana señaló que nunca se sintió ganadora antes de tiempo, pese a que se mantuvo en el primer lugar de la tabla general desde el inicio. Además, resaltó el sacrificio que debió tener para lograr la cima del podio.
"Hoy (ayer), con la medalla de oro en mis manos, pienso que todo valió la pena, que hay que obrar bien en la vida para que todo nos vaya bien. Hay que atreverse, pero siempre con los pies firmes y mucho respeto. Nunca me sentí ganadora, pese a que iba primera en la clasificación, porque ya había tenido malas experiencias internacionales en las que iba punteando y no logré medalla", manifestó la pentatleta.
La nueva campeona panamericana agradeció a sus padres y su entrenador Sergio Escalante por impulsar su carrera deportiva, en la que debió sortear diferentes dificultades extradeportivas para conseguir el éxito.
“Mis padres siempre me han apoyado. Ellos no fueron deportistas, pero me admiran y valoran. Además, apoyan que a veces tengo que salir de casa. He tenido que dejar Guadalajara, que es mi ciudad, para trasladarme a México DF, donde empecé a trabajar con mi entrenador Sergio Escalante, quien le ha dado estabilidad a mi carrera y ha permitido que obtenga esta medalla. Ahora tengo la guía adecuada e instalaciones. Por fin salió el sol después de tantas cosas y carencias que he pasado", concluyó Mariana Arceo.