Desde 2005, cuando se presentó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) se encontró y reveló que la zona donde se encuentra dicha obra sufría hundimientos de 25 centímetros por año.
“La extracción de agua subterránea, junto con el desarrollo de obras para proteger a la Ciudad de inundaciones han provocado la desecación de la zona lacustre de la Cuenca de México, al producir el abatimiento continuo de los niveles piezométricos, induciendo con ello severos hundimientos del terreno, al comprimirse las arcillas del estrato superior del suelo”, se indicó en el documento, realizado por la empresa Corporativo Aquacultura Profesional.
Otro de los aspectos señalados fue que en ese año (2005) más de 50 por ciento del agua potable que se consumía en la ciudad proviene del acuífero y el volumen de extracción era de aproximadamente el doble de lo que se infiltra en forma natural.
En días pasados, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador reveló que la Terminal 2 del AICM registraba daños estructurales, por lo que se analizaba reconstruirla o realizar algunos trabajos para apuntalarla.
En la MIA igualmente se especificó que los impactos residuales por esta obra aérea son perdida de suelo y erosión, así como modificaciones en el uso de suelo.
En cuanto al recurso agua se refiere se espera un consumo proporcionalmente mayor al que se tiene en la actualidad (2005), ya que se verá incrementada por la dinámica de crecimiento, propia de las operaciones y servicios de la terminal 2, se indicó en el documento, hecho por Corporativo Aquacultura Profesional.
Se explicó que en la zona del centro de la ciudad el hundimiento del suelo llega a ser de 10 centímetros al año, mientras que en la subcuenca Chalco-Xochimilco se ubica en 48 centímetros.
PGG